El entrenador de
Aryna Sabalenka, Jason Stacy, habló de los secretos de su entrenamiento: cómo pasó de ser una jugadora que luchaba contra los errores no forzados, las dobles faltas y el control emocional a una número 1 del mundo conocida por su dominio y compostura en los partidos más importantes.
Este 2025, la bielorrusa no sólo se aseguró el número 1 del ranking a final de año, sino que también levantó su cuarto título de Grand Slam en el Abierto de Estados Unidos, coronando un año marcado por la resistencia, la transformación y el equilibrio emocional. Aunque cayó en la final del Abierto de Australia contra Madison Keys y más tarde en la de Roland Garros contra Coco Gauff, la campaña de Sabalenka reflejó algo mucho más profundo que las victorias por sí solas.
En el corazón de esa evolución se encuentra Jason Stacy, su entrenador de rendimiento desde hace mucho tiempo y la fuerza silenciosa detrás de su transformación mental y física. Desde que se unió al equipo en 2018, Stacy ha ayudado a moldear no solo el cuerpo y el juego de Sabalenka, sino también su mentalidad. Su enfoque -a partes iguales filosofía, psicología y humor- se ha convertido en el pegamento de uno de los equipos más dinámicos del circuito.
"La cultura de cualquier equipo es el núcleo de todo", afirma Stacy en una entrevista con
Tennis Channel. "Gestionar tu entorno -especialmente la gente que te rodea- es crucial. Divertirse es esencial". La temporada de tenis es larga, llena de exigencias y emocionalmente agotadora. Necesitas momentos en los que puedas desconectar y vivir el momento. Ya sea haciendo juegos tontos o bailando, esos momentos nos mantienen con los pies en la tierra y presentes".
Ese equilibrio entre ligereza y disciplina es algo que el equipo ha cultivado cuidadosamente. Cuando los aficionados ven a Sabalenka dibujar en la calva de Stacy antes de los grandes partidos -normalmente un tigre, su símbolo elegido-, no es sólo para aparentar. "El tigre es sólo un tatuaje temporal", ríe, "pero se convirtió en algo más. Cuando competía, llevaba un pequeño objeto -a menudo un tigre o un águila- como punto de enfoque. Era mi energía básica". Aryna lo entendió inmediatamente. Ese tatuaje se convirtió en un recordatorio para que ambas nos mantuviéramos centradas, y la forma en que actuó esa noche demostró que funcionaba".
Del caos al control: el punto de inflexión
Pocos momentos definen mejor la evolución de Sabalenka que su crisis de los 2022, cuando su saque, antes un arma, se convirtió en un lastre. Stacy recuerda ese periodo no con frustración, sino con admiración. "Incluso cuando cometía dobles faltas y batía todos los récords equivocados, Aryna seguía dando la cara. Tenía humildad, frustración y, sin embargo, nunca se detuvo. Esa es la diferencia entre un luchador y un guerrero, y en 2022 fue cuando empezó a hacer esa transición."
Aquella crisis se convirtió en una clase. Con la ayuda de especialistas en biomecánica, Sabalenka reconstruyó su técnica y, con ella, su confianza. "Una vez que comprendió el aspecto técnico, ganó control sobre sus emociones", añade Stacy. "Pasó de ser una joven luchadora emocional a una guerrera más madura, con propósito, intención y claridad".
Su transformación no fue sólo mecánica. Stacy y su equipo se apoyaron en la creatividad para mantener el entrenamiento de Sabalenka agudo y alegre a la vez. "Integramos muchas cosas diferentes, y sí, el baile TikTok podría ser el arma secreta", se ríe. "Ella es fuerte, pero esos ejercicios -desde movimientos modificados de jiu-jitsu hasta patrones de gateo- le ayudaron en la coordinación y el equilibrio, fortaleciendo su núcleo y su amplitud de movimiento. Jugamos al fútbol, inventamos juegos o utilizamos cualquier cosa que tengamos. La idea es mantener las cosas divertidas y funcionales".
El descanso como mejor entrenamiento
Tras el golpe emocional que supuso perder la final de Roland Garros ante Gauff, Sabalenka tomó una decisión sorprendente: saltarse Montreal. Resultó decisivo. "La clave fue no exagerar", dice Stacy. "No necesitábamos reinventar nada, sólo recargar las pilas. Había hecho tanto trabajo emocional y físico que el descanso se convirtió en su mejor entrenamiento."
Ese restablecimiento allanó el camino para su carrera en Nueva York, donde recuperó el fuego con un propósito. "Nos centramos en simplificar las cosas: sueño, nutrición, recuperación y claridad mental. Nada de pensar demasiado", recuerda. "Cuando empezó el US Open, estaba fresca, no sólo físicamente, sino también emocionalmente. Cuando has superado tantas adversidades, no necesitas nuevas lecciones cada semana; sólo necesitas espacio para que lo que has aprendido se integre. Es entonces cuando la confianza se convierte en calma".
La búsqueda del crecimiento
Mientras Sabalenka mira hacia las Finales de la WTA y más allá, el papel de Stacy sigue siendo mantenerla con los pies en la tierra en medio del ruido. "El tenis puede consumirte: los viajes, los puntos, la clasificación. Trabajamos mucho en el equilibrio. Hablamos de objetivos vitales, valores, familia, propósito... cosas que le recuerdan que es una persona antes que una atleta."
Su filosofía es sencilla pero profunda. "Cuando tu autoestima depende sólo de ganar, nunca estás satisfecho. Pero cuando sabes quién eres fuera de la cancha, puedes con todo dentro de ella. Aryna lo entiende ahora. Por eso sigue mejorando, porque no sólo persigue trofeos, sino también crecer".
A medida que se acerca el final de la temporada, ese mensaje resuena con más fuerza que nunca. Sabalenka se ha convertido no sólo en un símbolo de poder, sino de autodominio: una jugadora que, como dice Stacy, "no trata de arreglar debilidades, sino de dominarse a sí misma". Y en un deporte en el que la perfección es a menudo el enemigo, ese tipo de claridad puede ser su mejor arma hasta la fecha.