La ex número uno del tenis mundial,
Angelique Kerber, está lista para su esperado regreso a la competición tras un periodo de 18 meses desde que dio a luz a su hija, Liana. La tenista alemana de 35 años se enfrentará por primera vez desde entonces a la italiana Jasmine Paolini en la Copa de Estados Unidos este sábado, marcando así su retorno a la pista.
Kerber, quien ha ganado tres Grand Slam, ha construido una carrera formidable basada en su incansable defensa, su juego agresivo con la zurda y su ardiente competitividad. Sin embargo, desde que se convirtió en madre, reconoce que su enfoque ha cambiado.
"En la pista, estoy un poco más relajada con todo. Como madre, es diferente. Siempre lo tengo en mente. No es que vaya a la pista y me olvide de que soy madre", compartió Kerber en una entrevista con WTA Insider desde Sydney.
Reunida con su entrenador de toda la vida, Torben Beltz, desde agosto, Kerber ha adoptado un enfoque gradual para su regreso, combinando sesiones de entrenamiento con períodos de descanso para recuperar su mejor forma física y mental.
"Recuperar la forma física y sentirme bien físicamente es lo primero", explicó Kerber. "El tenis no es el mayor problema; se trata de volver a estar en forma para luchar en la pista".
El último torneo de Kerber fue Wimbledon 2022, y aunque se muestra cautelosa sobre su rendimiento inicial, está emocionada por competir nuevamente y encontrar su mejor juego con el tiempo. Además, se inspira en los notables regresos de otras madres tenistas en el circuito, como Victoria Azarenka, Elina Svitolina y Caroline Wozniacki.
"Espero poder jugar buenos partidos pronto, pero también me tomaré mi tiempo. Sé que no jugaré mi mejor tenis al principio", admitió Kerber.
Australia será una prueba para Kerber, quien no ha comprometido su calendario a largo plazo mientras ajusta su retorno al tenis profesional y su papel como madre. Su principal objetivo es volver a competir al más alto nivel y disfrutar del proceso, manteniendo su competitividad intacta en cada partido.
La temporada venidera será una etapa exploratoria para Kerber, evaluando cómo equilibrar su vida familiar, los viajes y la competición. Sin embargo, su ambición es clara: "Quiero hacerlo lo mejor posible, disfrutar de los torneos y jugar bien en los grandes eventos".