Serena Williams ha tenido que luchar mucho en su vida para alcanzar cotas asombrosas en el tenis. La campeona de 23 Grand Slams agradece que jugadoras negras más jóvenes como Coco Gauff y Naomi Osaka lo tengan más fácil que ella.
En declaraciones a
Porter, la mujer de 44 años rememoró su gloriosa carrera. Fue la fuerza dominante del circuito WTA durante más de dos décadas, derribando barreras y acumulando galardones con regularidad. Logró un total de 39 títulos de Grand Slam entre individuales y dobles, cuatro oros olímpicos y 73 títulos individuales a nivel circuito en una trayectoria repleta de éxitos. Aunque los títulos llegaron a borbotones, también hubo contratiempos en su carrera.
No querer ser el centro de atención
Pese a verse en los titulares por su brillantez y éxito en la pista, nunca fue una posición en la que Williams se sintiera cómoda o que disfrutara. “No me gusta que la atención esté sobre mí. Supongo que en el tenis hice lo mejor que pude, pero no soy el tipo de persona que necesita estar en el centro, en primera fila”, dijo Williams. “Se sintió muy bien ser homenajeada, pero pensé: no vuelvo a hacer esto. Todos decían: felicidades y buen trabajo. Y yo estaba como: ¿podemos no hablar de mí ahora mismo?”.
De todo lo que había conseguido, muchos fueron rápidos en atacarla. Uno de los puntos fue su físico, y muchos la apartaban del resto de jugadoras en ese aspecto. “Te afecta mentalmente. Absolutamente”, admitió. “Piensas que eres grande toda tu vida y luego miras [atrás] y dices: estaba en forma. Sí, tenía músculos grandes. No me veía como esas otras chicas, pero no todo el mundo luce igual.”
Al comienzo de su carrera, tomó una decisión importante que le evitaría absorber la atención negativa de la que a veces era víctima. “Cuando tenía 17 años, cuando gané el Open por primera vez, tomé una decisión allí. Era muy joven, pero dije que nunca iba a leer nada sobre mí. En el Open hubo tanta positividad que pensé: no quiero que se me suba a la cabeza. Quería mantenerme humilde. También pensé que si era negativo, no quería leerlo. Realmente no volví a leer un artículo después de eso.”
Lo que ella vivió y que las jugadoras de ahora no afrontarán
Williams ofreció una visión de la dura realidad de ser negra mientras crecía en el deporte. “Crecer y ser negra en el tenis es como: bueno, eso viene con negatividad”, afirmó. “Si tienes algo malo que decir, ponte a la cola. Vas a tener que irte muy atrás. Te llevará unos días llegar. Únete a la multitud. No escucho el ruido. Todo el mundo tiene derecho a su opinión. ¿Cómo voy a sentarme aquí y cambiar el pensamiento de alguien? Si [no te] gusto, no tienes por qué hacerlo.”
Por suerte, en el tenis Williams cree que esto ha cambiado para mejor, pese a los ‘trolls’ de internet que persiguen a la mayoría de jugadores del circuito. Es un gran beneficio para jugadoras negras como Gauff y Osaka, campeonas de Grand Slam que ya han dejado una huella duradera en el deporte. “Ha cambiado. Nadie llama a estas chicas las [cosas] que me llamaban a mí. La gente decía que éramos como hombres y todas esas cosas,” confesó.
“No voy a dejar que nadie me hunda. Ya me pongo suficiente presión. Lo último que voy a permitir es que alguien más lo haga. Pero estoy muy feliz de que las chicas de hoy no tengan que pasar por ello tanto. Quiero decir, creo que los trolls de internet son otra cosa. Así que eso es con lo que tienes que lidiar.”