El tenis es un deporte interesante, único en muchos aspectos en comparación con otros. Una de las razones por las que el tenis ofrece algo diferente es porque desafía a los jugadores a demostrar su talento en superficies completamente distintas.
Hay tres tipos de pistas para los partidos de tenis profesional: hierba, tierra batida y tierra dura.
De los cuatro Grand Slams, dos se juegan en pista dura: el Abierto de Australia y el Abierto de Estados Unidos.
Los otros dos grandes torneos, Wimbledon y el Abierto de Francia, se disputan sobre hierba y tierra batida, respectivamente.
De los tres tipos de pistas, parece que la tierra batida es quizá la más natural para jugar.
El reciente informe sugiere que está definitivamente un paso por encima en términos de lo que ofrece en comparación con la pista dura.
Es, con diferencia, la más ecológica de las pistas, cuyo mantenimiento requiere un esfuerzo mínimo. La tierra batida es también la mejor para los jugadores.
Reduce el riesgo de lesiones entre los tenistas y también les ayuda a mejorar su resistencia y sus habilidades.
Una razón más por la que a los jugadores les gusta jugar en tierra batida en comparación con las pistas duras es el hecho de que es mucho más fresca por naturaleza.