Llega la tercera jornada del US Open 2023 y, por ello, Tenisaldia repasa cinco cosas que aprendimos de la segunda jornada, que tuvo como protagonistas a Andy Murray, Carlos Alcaraz y Venus Williams.

En una de las primeras contiendas, Andy Murray se abrió paso hasta la segunda ronda en el US Open, aunque con un drama tardío por el primer uso del VAR en el tenis. Al igual que en el fútbol, se vio afectado por un problema inicial que hizo que su primer uso fuera francamente vergonzoso. El árbitro no podía ver las imágenes, por lo que no podía cambiar la decisión.

Un proceso que probablemente volverá a repetirse y que también añadió más tiempo al partido, algo que en realidad no era especialmente necesario. Como diría un informe escolar, hay que esforzarse más.

Con una primera jornada del torneo en la que participaron Novak Djokovic, Coco Gauff e Iga Swiatek, entre otros, la segunda palideció en comparación, y muchos comentaron que era el peor calendario de Ashe de la historia.

Daniil Medvedev ganó perdiendo sólo dos juegos en su estreno. Mientras, Venus Williams, como siempre, fue metida con calzador en la Arthur Ashe para ser arrasada por Greet Minnen por 6-1 y 6-1. Carlos Alcaraz también ganó por retirada a Dominik Koepfer.

En comparación con la jornada de hoy, en la que se disputan partidos en el Louis Armstrong, que habrían estabilizado el barco el martes sin Swiatek, Rybakina, etc. en la pista principal, muchos de los que pagan las entradas más caras se sentirán agraviados por tener que pagar por una pálida imitación.

Pero tal y como son los sorteos, en los que los aficionados parecen tener suerte si van en días alternos, y en los que algunos jugadores parecen tener asegurada su presencia en las pistas, esto se veía venir.

Una de esas jugadoras que es una leyenda del tenis es Venus Williams, que a sus 43 años sigue sin dar señales, a diferencia de su hermana Serena Williams, de retirarse. Incluso comentó en Wimbledon que jugaría cuando tuviera 50 años. Sin embargo, va a ser una tarea difícil, ya que Williams se retiró de Cleveland la semana pasada y dijo que tenía problemas con una lesión de rodilla que se agravó en Wimbledon.

Casi como un boxeador descolorido que una vez fue campeón del mundo de los pesos pesados pero necesita que le digan cuándo parar casi, Williams seguirá recibiendo wildcards y adulación debido a su estatus y a los títulos de Grand Slam que ha ganado, pero las dudas sobre cuánto tiempo continuará eso pueden ponerse en el reloj después del US Open.

Maryna Zanevska se retiró del tenis con la derrota ante Aryna Sabalenka el martes, siendo el dolor de espalda el principal problema. Dijo que se despedía por ahora a los 30 años y perdió ante la segunda cabeza de serie, aunque en otra marca del estado actual de la política en el deporte. No hubo apretón de manos entre ambas, y Zanevska pareció seguir el camino de sus compatriotas.

A pesar de haber representado a Bélgica durante seis años y de vivir allí desde 2008, nació en Odessa (Ucrania) y, para algunas críticas, a pesar de no llamar a Ucrania su hogar, siguió a Svitolina y compañía. Sin embargo, algunos señalaron que había estado estrechando la mano de jugadoras rusas desde que comenzó la guerra, por lo que percibieron hipocresía. Aunque parecía que Sabalenka lo intuía, ya que no fue a esperar en la red como en Roland Garros. Un final emotivo para la carrera de Zanevska, pero en el que no habrá apretón de manos.

Mientras que Venus Williams parece haberse alargado más de lo necesario, Andy Murray sigue desafiando a sus lesiones y, a pesar de no necesitar jugar, sigue demostrando por qué es necesario en este deporte. A pesar de la farsa del VAR, Murray superó a Corentin Moutet y accedió a la segunda ronda, donde se enfrentará al maratoniano Grigor Dimitrov.

Es la victoria número 200 en un Grand Slam para el ex campeón del US Open y una que le sitúa entre los grandes de ese campo. Siempre ha sido un jugador que ha desafiado a la lógica y ha luchado por encima de sus posibilidades con los tres grandes, pero ahora que sólo quedan él y Djokovic entre los cuatro grandes, el tenis sigue necesitando al británico.