Rafael Nadal lo ha pasado realmente mal sobre pista dura en el último año y medio. Primero con la grave lesión que sufrió en el Open de Australia 2023 que le hizo estar casi un año en blanco. Luego con su lesión en Brisbane que le hizo no poder regresar al primer Grand Slam del año en 2024 y posteriormente tras su renuncia a Doha en Indian Wells con una exhibición en Las Vegas ante Carlos Alcaraz en la que se le vio muy incómodo.
Dejada atrás una superficie que le ha dado muchas alegrías pero también muchos problemas en su carrera, ahora llega por fin a la tierra batida, la que nunca le ha fallado, la que podemos considerar su Tierra Prometida. En su cuenta de Instagram ha colgado un vídeo en el que se le ve entrenándose golpeando de derecha y revés desde el fondo de la pista.
El objetivo es jugar el Masters 1000 de Montecarlo para llegar lo más preparado posible a París, donde espera poder competir lo mejor que pueda en Roland Garros y, por qué no, en los Juegos Olímpicos.
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