Al igual que Cameron Norrie en la primera ronda,
Holger Rune se salió con la suya en el partido de octavos de final de
Roland Garros contra Francisco Cerundolo en un momento en concreto del encuentro.
El árbitro Kader Nouni no se percató de que la pelota había rebotado claramente dos veces en un momento crítico del duelo entre los dos tenistas, una situación que dejó al público incrédulo en el Abierto de Francia.