Aunque
Rafael Nadal es admirado mundialmente por su humildad y juego limpio, no todos encuentran sencillo tenerlo en pista. Así lo reveló Jaume Campistol, experimentado juez de silla español que se retiró en 2024 tras una prolífica carrera en la que dirigió más de 2.300 partidos, incluidas siete finales de Grand Slam y cuatro ediciones de los
Juegos Olímpicos.
En una entrevista concedida a Mundo Deportivo, Campistol habló con franqueza sobre las complejidades de arbitrar a su célebre compatriota.
“Me ponía muy nervioso con el tema del tiempo”
Aunque reconoció que Nadal es un jugador “honesto y humilde”, Campistol confesó que prefería no estar a cargo de sus partidos:
“Como era español, no le arbitraba mucho”, comentó. “Pero no me gustaba arbitrarle. Me ponía muy nervioso con el tema del tiempo, porque él siempre estaba al límite y yo sufría, porque no llegaba y había que amonestarle. Esa es la función del árbitro: tomar decisiones basadas en el reglamento”.
Nadal es conocido por seguir una rutina meticulosa entre puntos, lo que a menudo lo lleva a agotar el tiempo permitido antes de sacar. Para los árbitros, esto suponía un dilema entre aplicar la norma y mantener el flujo natural del partido.
“Me ponía un poco tenso estar tan cerca de él”, añadió Campistol. “Pero es lo que siempre le decíamos: si los demás pueden hacerlo, tú también tienes que saber adaptarte”.