El presente del tenis estadounidense goza de una excelente forma, especialmente gracias al aporte de Frances Tiafoe. Su padre, Constant, las duras condiciones durante los primeros años de sus hijos, intentando equilibrar largas horas de trabajo con su crianza y entrenamiento, llegando a tener prácticas por la madrugada.
Tiafoe ha sido uno de los puntos brillantes del tenis estadounidense masculino en los últimos años. A sus 26 años, ha alcanzado el número 10 del mundo, el mejor de su carrera, además de ser un fijo en las últimas rondas de los torneos de Grand Slam.
Los padres de Tiafoe se trasladaron a Estados Unidos desde Sierra Leona a principios de la década de 1990, cuando su país natal fue asolado por la guerra civil. En una entrevista con Yonex, Constant Tiafoe recordó cómo crió a Francis junto a su hermano gemelo, Franklin, y habló de las dificultades a las que se enfrentaron como familia.
"Dije vale, si vengo aquí quizá sea mejor que allí... Trabajé en la construcción para construir una academia de tenis", dijo Constant. "No sabía nada de tenis. Cuando terminamos, me dieron un trabajo.
"Era como un chico de mantenimiento. Cuando empecé a trabajar en la obra, fue un gran problema porque no podía pagar una niñera, así que tenía que llevar a los niños al trabajo. Era algo automático, sólo tienen que jugar al tenis porque es todo lo que ves, así que tienes que ser bueno en ello.
Constant Tiafoe recordaba su asombro ante la rapidez con la que sus hijos se iniciaban en el deporte, hasta el punto de que eran mucho mejores que sus compañeros de entrenamiento.
Lo creas o no, los padres de otros niños vinieron a verme y me dijeron: "Escuche, su hijo está jugando muy bien al tenis", dijo Constant.