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Jannik Sinner, antes del
Open de Australia, le faltaba una victoria importante para ser considerado superestrella. Así al menos lo cree
Toni Nadal, que ya considera que tras su victoria en la final del Grand Slam de Melbourne la ha conseguido.
Sinner se deshizo de Daniil Medvedev remontando dos sets en contra para llevarse una heroica victoria y alcanzar el destino de su primer Grand Slam. Nadal dijo que la potencia y la precisión de Sinner destruyeron a Medvedev al final y, como muchos, lo vio como un verdadero cambio de guardia para los próximos años en el tenis, con la Nueva Generación pasando a primer plano.
"Cuando los golpes de un jugador ya no bastan para ganar, no tiene más remedio que recurrir a la táctica. Pero Medvedev ni siquiera tuvo opción. La potencia y precisión del italiano le destrozaron por completo", declaró Nadal a El País. "Una vez terminado el partido entre Sinner y Medvedev, comenté el partido con mis hijos. Me temo que este gran y significativo paso puede cambiar el panorama del tenis en los próximos años. Aunque Sinner había sido considerado durante mucho tiempo el rival más probable de Alcaraz, le faltaba una victoria de esa magnitud para respaldarlo. Será el mayor rival de nuestro tenista en los próximos años".