Novak Djokovic se aseguró un puesto en otra final de Masters 1000 al derrotar a
Andrey Rublev por 5-7, 7-6(3) y 7-5 en una dura batalla de semifinales en el Masters de París.
Rublev había alcanzado las semifinales del Masters de París por primera vez en su carrera, al derrotar a Alex de Minaur en cuartos de final por 4-6, 6-3 y 6-1. Sus cinco participaciones anteriores en el torneo sólo se habían saldado con dos derrotas.
Su rival esta vez era el número 1 del mundo, Novak Djokovic, que había alcanzado los cuartos de final al derrotar al campeón de 2022, Holger Rune, por 7-5, 6-7(3) y 6-4. En sus enfrentamientos directos, Djokovic aventajó a Rublev por 4-1, con dos de esas victorias en partidos disputados en pista dura cubierta en las Finales ATP de 2021 y 2022.
Ambos jugadores se aseguraron un tempranero break en los dos primeros juegos, manteniendo la igualdad a medida que se disputaban los juegos. Rublev se mostró más seguro con su servicio a lo largo del set, con un 74% de porcentaje de primeros saques, ganando el 76% de esos puntos y el 56% con el segundo. Los números de Djokovic fueron ligeramente inferiores, con un 71% de porcentaje de primer servicio, un 59% de puntos ganados con el primer saque y un 43% con el segundo.
El duelo estuvo muy reñido hasta que Rublev se llevó el primer set por 7-5, aprovechando el único punto de ruptura que le concedió Djokovic. A lo largo del set, Rublev se mostró más agresivo que su rival, con 19 golpes ganadores frente a los 14 de Djokovic y cometiendo sólo dos errores no forzados frente a los ocho de Djokovic.
En este segundo set, Rublev se mostró menos preciso que en el primero y fue perdiendo la compostura a medida que los errores se colaban en su juego. Sin embargo, logró evitar los cinco puntos de ruptura que Djokovic tuvo a lo largo del set para mantener el partido igualado. Djokovic mejoró su precisión con el servicio y no permitió ni una sola oportunidad de ruptura, forzando el set a un tie-break.
En el decisivo tie-break, Djokovic mostró confianza en su servicio y estuvo impecable en sus devoluciones, ganando el tie-break por 7-3 y alargando el partido a un tercer set.
Ninguno de los dos cedió durante el tercer set. Djokovic no ofreció muchas oportunidades con su saque, y aplicó más presión en la devolución. Con una ventaja de 6-5 para Djokovic, éste aprovechó un juego inestable del número 5 del mundo, y finalmente selló el break decisivo con una doble falta de Rublev en el punto de partido: 5-7, 7-6(3), 7-5.
En la final, Djokovic se enfrentará a un impresionante Grigor Dimitrov, que derrotó a Stefanos Tsitsipas en semifinales y regresa a una final de Masters 1000 tras seis años.