En el mundo del deporte, estamos acostumbrados a ver a absolutos monstruos devoradores querer ganarlo todo. Sin embargo, ese no es el objetivo de todo el mundo. Hay algunos que tienen como meta ganar un Grand Slam. Era el caso de
Dominic Thiem, que vio cumplido su sueño y perdió la motivación. Se dio cuenta de que nada había cambiado tras levantar el trofeo del US Open en 2020.
Además de eso, una grave lesión de muñeca puso patas arriba la carrera de Thiem, que nunca logró recuperar su forma anterior. El constante desgaste físico empujó a Thiem a retirarse del tenis profesional y jugó su último partido en su tierra natal, en el Abierto de Viena. El ex número tres del mundo, que terminó su carrera con un título de Grand Slam en su palmarés, habló de cómo ganar un título importante le empujó a vivir en un mundo diluido.
Thiem, que levantó el US Open en 2020 tras vencer en la final al alemán Alexander Zverev en un thriller de cinco sets con un marcador de 2-6, 4-6,6-4, 6-3, 7-6(8-6), declaró que pensaba que ganar un Grand Slam le facilitaría la participación en cualquier evento. Sin embargo, no fue así y tardó cinco semanas en comprender que nada había cambiado.
Vivía demasiado desilusionado", dijo citado por Tennis 365. "Pensaba: voy a ser feliz si gano este título. "Jugar al tenis y jugar en el circuito será más fácil para siempre. Vivía demasiado desilusionado cuando gané el US Open. Funcionó durante cuatro o cinco semanas porque jugué eufórico, y también en las finales ATP, jugué como si estuviera eufórico. Después me di cuenta de que nada había cambiado. El éxtasis cesó después de la final, cuando me fui de vacaciones y me relajé un poco. Entonces, todo el subidón desapareció. Entonces, vino un periodo realmente difícil, porque entonces, quiero decir, todas esas emociones, todas esas altas actividades en mi cabeza, simplemente desaparecieron".