La conmovedora historia de Frances Tiafoe: Un camino marcado por el trabajo duro y la superación

ATP
jueves, 05 septiembre 2024 en 11:00
tiafoe frances australianopen2020
El estadounidense Frances Tiafoe estará disputando por segunda vez las finales del US Open. En esta ocasión se estará enfrentando a su compatriota Taylor Fritz, asegurando un local en la final del último Grand Slam del año. A continuación te contamos la sorprendente historia de Big Foe y los obstáculos que debió superar para convertirse en el tenista que hoy es.
Frances nació en Maryland, hijo de inmigrantes refugiados que huyeron de Sierra Leona durante la guerra civil. Su niñez estuvo marcada por la pobreza. Su madre Alpine trabajaba como enfermera y su padre Constant era el conserje de un club de tenis, pero los ingresos no alcanzaban para poder afrontar los gastos de un deporte que es conocido por ser bastante costoso.
"Hay días en los que se hizo duro para mí, para mi hermano. Íbamos a entrenar y llevábamos cosas de segunda mano o raquetas de demostración, lo que fuera con lo que pudieras jugar. La gente se reía de nosotros, diciendo: 'Este tío se cree que puede ser profesional, o este tío está jugando con agujeros en los zapatos, de quién son esos zapatos o camisetas de Pikachu y pantalones cortos caqui', y yo jugando los torneos, y ellos decían: 'Eso ni siquiera es equipo de torneo' y yo decía: 'Esto es todo lo que tengo'", contó Tiafoe en el podcast de Nick Kyrgios.
Afortunadamente tenía a su padre al lado para guiarlo y lograr que siguiera adelante y se enfocara en su carrera, sin importar lo que el resto de las personas opinaran. Además, el trabajo de Constant en el centro de tenis resultó vital para la carrera de Frances, pudiendo entrenar tarde en la noche, cuando el lugar estaba completamente vacío.
"Dos o tres veces a la semana me retiraban del colegio y mi padre está trabajando, y mi hermano y yo tenemos ibamos al club, bromeamos un poco, vemos a los entrenadores, les decimos algunas cosas a los jugadores, y nos vamos a la pista vacía e intentamos imitarlos, con saques o lo que sea, pero intentamos hacerlo".
"A veces llamaba mi madre y era como: 'Voy a trabajar toda la noche; os vais al centro de tenis'. Así que recogíamos la basura, forramos las pistas de tierra batida, hacíamos todo eso, y veía a mi padre trabajando y le decía: 'Tío, esto es una locura'. Él me respondía: "Mira, esto va a salir algún día. Estabamos sentados en el carrito de golf mientras él barrá el lugar, nos decía: 'Algún día saldrá bien'.
Tiafoe entrenó incansablemente y su talento y dedicación eventualmente llamaron la atención de cazatalentos, lo que le llevó a oportunidades para competir a niveles más altos, a pesar de que Alpine tenía otras intenciones para el futuro de Frances.
"Mi madre no quería que jugara profesionalmente. Lo único que quería para mí y para Franklin era que fuéramos a la universidad, y yo me había ganado el billete a donde quisiera ir."
"Me di cuenta pronto de que podía sentarme allí y entristecerme por mi situación -cosa que hice muchas veces, deseando ser uno de los otros chicos- o utilizarla como salida. Sabía que podía ayudar a mi familia y a mi comunidad de una forma que mis compañeros de la academia no podían. No importaba lo que acabaran haciendo después del tenis, iban a estar bien. Para mí, había mucho más en juego."
Si logra dos victorias más, entonces Frances podrá asegurarse de que nadie más olvide su nombre, devolviéndo al tenis estadounidense a un lugar de preponderancia en el deporte. Intentará lograr lo que Andy Roddick pudo hacer, 21 años atrás, cuando el nacido en Nebraska levantó el trofeo en Flushing Meadows.

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