Joao Fonseca se prepara para competir en el Abierto de Argentina y abordó las comparaciones con el ex número 1 del mundo Guga Kuerten. La estrella brasileña, ya retirada, ocupó el primer puesto durante 43 semanas entre 2000 y 2001 y ganó el Abierto de Francia en tres ocasiones (1997, 2000 y 2001).
Kuerten definió una era para el tenis latinoamericano y sigue siendo el mejor jugador brasileño de la historia. La reciente irrupción de Fonseca en el ATP Tour ha suscitado rápidamente comparaciones con la legendaria figura de principios de la década de 2000.
Fonseca tuvo un debut asombroso en el Abierto de Australia, al derrotar a Andrey Rublev en la primera ronda, su primera victoria entre los 10 mejores con sólo 18 años. Ahora, llega a Buenos Aires con un nuevo estatus: una estrella emergente lista para competir contra los mejores.
Durante el Media Day, Fonseca habló de cómo ha cambiado su vida en Brasil, donde ahora es ampliamente reconocido. "La semana pasada estuve en Brasil. Salí y la gente me paraba para hacerme fotos. Es difícil, todo es muy nuevo".
"Después de Australia, gané mucha visibilidad; ahora me conoce más gente. Hay muchas cosas nuevas por fuera, pero no por dentro. Sigo teniendo los mismos objetivos, siempre luchando por más y siguiendo mi sueño".
El número 98 del mundo también comentó las comparaciones con uno de sus ídolos: "Guga es un ídolo para todos los brasileños, no sólo en el tenis. Es una gran persona. Hoy me han dicho que ganó la primera edición de este torneo. Espero poder ganarlo yo también en el futuro", afirmó. "No me gustan mucho las comparaciones. Cada uno tiene su tiempo y puede crear su propia historia. Algunos brasileños dicen que yo podría ser el próximo 'Guga', pero yo quiero ser Joao".
La joven estrella debutará este martes ante el octavo cabeza de serie local, Tomás Martín Etcheverry, en lo que supondrá el regreso de Fonseca a las pistas de tierra batida. Hace un año, en el Abierto de Río, tuvo su primer gran impacto en el Tour al derrotar a Arthur Fils y al ex campeón Cristian Garín en su camino a los cuartos de final.