“Jannik y Lorenzo son una gran inspiración”: Matteo Berrettini, sobre la unidad de Italia sin Sinner y Musetti

Matteo Berrettini ha pasado las últimas temporadas librando una batalla contra su propio cuerpo, peleando por volver al nivel de élite que le corresponde. Sin embargo, la reciente campaña de Copa Davis le ofreció algo distinto al esfuerzo solitario del ATP Tour: un propósito colectivo. Al pisar la pista para representar a Italia, “The Hammer” no solo jugaba por sí mismo; jugaba para acercar a su país un paso más a la historia.

Al igual que en la edición de 2024, el subcampeón de Wimbledon volvió a ser decisivo. En el camino desde los cuartos de final, tanto Berrettini como Cobolli encadenaron tres victorias consecutivas, lo que significó que Italia no necesitó disputar un dobles decisivo en sus eliminatorias ante Austria, Bélgica o España.

Italia vive actualmente un renacimiento tenístico, liderado por el No. 1 del mundo Jannik Sinner y un Lorenzo Musetti al alza, ambos ausentes en las Finales de la Copa Davis de este año. Para un ex top-10 como Berrettini, sería fácil sentirse eclipsado por la nueva generación. En cambio, ve esta abundancia de talento como un arma colectiva.

Subraya que la selección italiana no son solo los convocados para la eliminatoria, sino un enorme ecosistema de talento que se empuja a nuevas alturas cada día.

En un deporte definido por el ego individual, Berrettini destaca la notable humildad dentro del equipo italiano. En lugar de ver el ascenso de sus compatriotas como una amenaza a su estatus, abraza su éxito como motor de su propia rehabilitación y retorno al nivel.

“Jannik (Sinner) y Lorenzo (Musetti) siguen ahí; han estado cerca de nosotros cada día y son una enorme fuente de inspiración para todos”, comentó Berrettini en una reciente entrevista con Sportweek. “Somos un grupo enorme, estemos o no convocados. Estamos llevando el tenis a un nivel increíble, tanto en los resultados como en el cariño que recibimos y en lo que los niños desarrollan en relación con el tenis.”

La unión va más allá del vestuario. Berrettini encuentra su mayor satisfacción en el impacto tangible que este grupo está teniendo en la cultura italiana. La alegría del triunfo se multiplica al saber que es protagonista de un movimiento que está transformando el panorama deportivo del país. “Lo más bonito es inspirar a alguien a creer en un sueño, y como formé parte de eso, me llena de alegría.”

El formato de la Copa Davis es único en su capacidad para generar presión, pero Berrettini ha aprendido a convertir ese peso en combustible. Describe el ritual del himno previo al partido no como una formalidad, sino como un ancla emocional que le ayuda a gestionar las inevitables dificultades durante un encuentro.

“Estoy muy contento con esta victoria. Más allá de mi rendimiento y de cómo me sentí, el momento más bonito fue percibir el calor del público y compartir esas emociones. Cantar el himno nacional siempre es un instante emocionante, y aproveché esa energía para superar los momentos más difíciles, cuando sentía que tenía una oportunidad pero no lograba aprovecharla.”

Pese a su papel crucial en esta campaña, Berrettini no da nada por hecho respecto a su futura participación. Considera la camiseta de la selección no como un derecho, sino como un privilegio que debe ganarse una y otra vez. Ahora centra su atención en mantener su salud física y su forma para seguir siendo una pieza clave de este equipo histórico. “Si tengo la oportunidad y el mérito de estar el próximo año, lo intentaré de nuevo. El entusiasmo de los aficionados es realmente excepcional y sería maravilloso volver a vivir ese ambiente.”