La joven estrella del tenis español, Carlos Alcaraz, sumó su segundo título de la temporada tras dejar atrás un leve bajón en su rendimiento, lo que llevó a su equipo a asegurar que aún no ha alcanzado su máximo nivel.
Después de iniciar el año con un título en Rotterdam, Alcaraz atravesó semanas irregulares con derrotas inesperadas en Doha, Indian Wells y Miami. Sin embargo, el ex número 1 del mundo volvió a brillar en el Masters 1000 de Montecarlo, donde se impuso en la final a Lorenzo Musetti. El murciano remontó un set adverso para vencer al italiano, que llegó tocado físicamente, en tres sets.
En ausencia de Juan Carlos Ferrero, fue Samuel López quien acompañó a Alcaraz en el Principado. El entrenador, que se unió al equipo técnico a comienzos de 2025, considera que el título representa un paso importante para el desarrollo de Carlos a lo largo de la temporada.
"Es lo que más confianza le da a un jugador", explicó López. "Después de un periodo más complicado, con una eliminación temprana en Miami y un partido flojo en Indian Wells, este triunfo puede ser clave para recuperar sensaciones. La temporada es larga, el tenis es una carrera de fondo. Lo importante es seguir trabajando para recoger los frutos más adelante".
López subrayó que lo más valioso del torneo fue la capacidad de Alcaraz para sobreponerse sin desplegar su mejor nivel. "Sin jugar su mejor tenis, ganó un título importante. Eso debe recordarlo. Su actitud y fortaleza mental fueron brillantes. Supo mantenerse fiel a su identidad, resistiendo, afrontando las dificultades y dando siempre un paso adelante. Cuando eres fuerte en ese aspecto, el buen tenis llega solo. Su juego seguirá creciendo".
Alcaraz no tendrá demasiado tiempo para celebrar, ya que esta semana volverá a la acción en el Open de Barcelona, donde buscará revalidar su corona y conquistar el torneo por tercera vez.