En la historia del tenis moderno hemos tenido algunos casos en los que las finales de los Grand Slam no fueron el partido que se esperaba, dada la abrumadora superioridad de un jugador sobre su oponente. Rafael Nadal, Novak Djokovic, Serena Williams y Steffi Graf son algunos tenistas que estuvieron implacables en el partido decisivo, borrando a sus rivales de la pista.
A continuación repasaremos algunas finales de Grand Slam en las que todo indicaba que serían batallas épicas pero que finalmente terminaron siendo totalmente desequilbrados en favor del vencedor.
Nadal se enfrentó a Federer en una de las finales más desiguales de todos los tiempos, sobre todo teniendo en cuenta el nivel de ambos tenistas. Nadal manejó los hilos de principió a fin con mucha facilidad, imponiéndose con un marcador de 6-1, 6-3 y 6-0, logrando así su cuarto título consecutivo en Paris.
Para Federer representó una de las derrotas más duras en cuanto a resultado de toda su carrera.
Djokovic se enfrentó a Rafa en la final del major oceánico hace 6 años. Ambos tenistas mostraron una excelente forma camino al partido decisivo pero en el encuentro por el título sólo uno salió a la pista.
Nole maniató a Nadal, venciéndolo con contundencia por 6-3, 6-2 y 6-3, levantando el trofeo en Melbourne por séptima ocasión.
La final de Wimbledon '92 fue un monólogo de la fantástica tenista alemana, Steffi Graf. Mónica Seles apenas consiguió 3 juegos en todo el encuentro, algo que demuestra el extraordinario nivel de Graf, quien ganaría su cuarto título en el All England tras vencer a su rival por 6-2 y 6-1.
La estadounidense Serena Williams, sin estar entre las cabezas de serie, se enfrentó a la rusa Maria Sharapova en la final. Williams dominó el encuentro de principio a fin, ganando con un aplastante 6-1 y 6-2, demostrando por qué es considerada una de las mejores de todos los tiempos.