Alejandro Davidovich Fokina inquietó bastante a
Novak Djokovic en su duelo de 3ª ronda de
Roland Garros, pero el serbio lo consiguió solventar bien al ganar 7-6(4) 7-6(5) 6-2.
Fue un partido bastante loco en lo que se refiere a cómo cambiaba a menudo el ímpetu de cada uno de los dos jugadores, pero Djokovic se mantuvo más estable en general. Davidovich Fokina alcanzó picos mucho más frecuentes y altos que Djokovic, pero su nivel general no fue tan estable como el de éste. El serbio estuvo muy bien la mayor parte del tiempo y bastante brillante cuando lo necesitó, lo que fue suficiente para conseguir la victoria.
Fokina nunca se rinde
Una cosa que se puede decir de Fokina es que siempre lo deja todo en la pista de tenis y este partido volvió a demostrarlo. Incluso cuando parecía sin posibilidades ya de ganar, Fokina se las arregló para recuperarse y hacer el partido muy interesante. En el primer set, Fokina se deshizo de Djokovic en varias ocasiones y llegó a ir dos veces por delante en el marcador.
En ambas ocasiones, Djokovic logró recuperarse inmediatamente y remontar el marcador. El tiebreak del primer set terminó 7-4 a favor de Djokovic. Fokina volvió a ponerse 3-1 arriba previamente en el tie-break.
La oportuna brillantez de Djokovic
El segundo set fue otra gran manga y una vez más fue Fokina el que remontó en más de una ocasión. En general, Djokovic encontró su mejor tenis cuando lo necesitó. Fokina se puso 2-0 arriba en el segundo, pero Djokovic le dio la vuelta con un 3-2. Sirvió para el set en el 5-4, pero el español le rompió el saque con un juego brillante pese a que volvería a perder en el tie break.
Djokovic cerró el partido en el set final más cómodo en la pista que en los dos primeros, consiguiendo un tempranero break y esta vez manteniéndolo cómodamente para el 6-2 final. Una prueba muy dura pero que Djokovic supo superar.