Carlos Alcaraz ha ganado títulos de Grand Slam, ha llegado a la final de los Juegos Olímpicos, ha disputado numerosos partidos de una importancia extraordinaria. Sin embargo, estaba posiblemente ante el encuentro de más presión de su joven carrera. Tenía que ganar sí o sí para mantener viva a España en la
Copa Davis y retrasar lo máximo posible la definitiva retirada de Rafael Nadal del tenis profesional.
Lo hizo como lo hacen los grandes, con una victoria en dos sets, remontando en el primero y poniéndose el mono de trabajo en los momentos importantes, y dominando en el segundo. El español se impuso a
Tallon Griekspoor por 7-6(0), 6-3 y luchará en el decisivo partido de dobles para tratar de derrotar a Países Bajos y meterse en semis.
Alcaraz se lleva el primer set a base de carácter
El partido empezó como en muchas ocasiones lo hacen los partidos de Carlos Alcaraz, con opción de break para el murciano. Sin embargo, Tallon Griekspoor mantuvo la compostura y la salvó. A partir de ese momento, vimos cuatro juegos consecutivos dominados por los sacadores. Pero Carlitos se vino abajo por completo en el sexto juego, concediendo su servicio en blanco. ¿Cómo respondió? También con un break en blanco. Llegó incluso a tener la oportunidad de ponerse 5-4 y saque pero lo evitó a la perfección.
Con un juego en blanco con su saque colocó el 6-5 a favor pero no volvió a ganar ni un solo punto en el set. Alcaraz hizo lo propio en el 12º juego y se llevó el tie-break con un contundente 7-0 En el quinto punto y tras un enésimo error no forzado, el neerlandés tiró su raqueta al suelo y provocó los abucheos del público mientras él animaba a que subieran el tono. Posiblemente una mala decisión del número 40 del mundo.
Alcaraz arrasa en el segundo
Con la confianza generada gracias al final del primer set, Alcaraz empezó como una apisonadora el segundo. Con otro juego en blanco, sumó su 15º punto consecutivo. Logró el break a continuación para ponerse en ventaja siguiendo con la dinámica positiva. Confirmó con su saque y perdió su primer juego tras bastantes minutos, con el que Griekspoor se ponía 1-3. Se mostró intratable con su servicio y llegó a colocarse 0-30 en el sexto juego, aunque el neerlandés pudo remontar para colocar el 2-4.
De nuevo estuvo perfecto con su saque y se dio la primera oportunidad de cerrar el partido, empezando por el resto. No se desgastó mucho, arriesgando y fallando cada bola que tocó y pareciendo reservarse para llevarse la victoria con su propio servicio. Lanzando grandes bombas, subiendo a la red y derrochando calidad por los cuatro costados, lo hizo sin perder ni un solo punto para imponerse por un 7-6(0), 6-3 final.