Carlos Alcaraz tomó la sensata decisión de retirarse del
Masters 1000 de Montecarlo debido a una lesión en el brazo, pero las preocupaciones ahora se centran en cómo esta lesión podría afectar su posición en el ranking ATP en el futuro cercano (ganó el Barcelona Open el año pasado y podría no jugarlo).
La noticia de la retirada de Alcaraz del torneo no fue una sorpresa para quienes siguieron de cerca sus entrenamientos en los últimos días. El jugador español, de tan solo 20 años, estaba claramente protegiendo su brazo derecho durante las prácticas, lo que indicaba problemas físicos.
En un mensaje en sus redes sociales, Alcaraz reveló la naturaleza de su lesión, describiendo problemas en el pronador teres de su brazo derecho. Esta lesión es particularmente preocupante para un tenista, ya que afecta la función principal del músculo del antebrazo, crucial para su rendimiento en la cancha.
La incertidumbre sobre la gravedad de la lesión de Alcaraz aumenta la preocupación sobre su futuro en el circuito. Con su retiro del Masters de Montecarlo, se plantea la posibilidad de que pueda bajar en el ranking ATP si la lesión persiste y afecta su capacidad para competir en futuros torneos.
El talentoso jugador español ha demostrado un gran potencial en el circuito, con una ascensión meteórica en el ranking en los últimos años. Sin embargo, una lesión prolongada podría frenar su progreso y hacerle perder posiciones en la clasificación mundial.
Expertos médicos han expresado su preocupación sobre la naturaleza explosiva del golpe de derecha de Alcaraz y su posible predisposición a lesiones. Además, su afición al golf también podría ser un factor de riesgo, ya que este deporte puede provocar lesiones en el antebrazo, similar a la lesión que afecta a Alcaraz.
El año pasado, Alcaraz optó por no participar en el Masters de Montecarlo por precaución sobre su estado físico. Esta decisión fue acertada, ya que le permitió concentrarse en su recuperación y eventualmente obtener grandes logros en torneos posteriores.