Para sorpresa de todos,
Bjorn Borg, dominador absoluto del tenis en los años '70, decidió colgar la raqueta a sus 26 años, dejando posiblemente uno de los interrogantes más grandes de la historia, y es que el sueco traía un ritmo demoledor y seguramente habría logrado agrandar aún más su ya imponente legado. A pesar de varios intentos de volver, el ex número 1 nunca pudo volver a afianzarse nuevamente en el circuito tras su prematuro retiro.
Borg ganó su primer título de Grand Slam a los 18 años, en
Roland Garros 1974. Después ganaría otros cinco títulos en París y cinco en
Wimbledon, lo que le daría un total de 11 trofeos Major.
La falta de motivación influyó en su retirada, según Borg
A pesar de sus éxitos en tierra batida y hierba, Borg nunca pudo conquistar las pistas duras de Nueva York. Llegó a la final del
US Open en cuatro ocasiones distintas, pero no pudo llevarse el trofeo a casa. Las decepcionantes derrotas hicieron mella en el sueco, ya que tras perder la final de 1981 contra
John McEnroe, Borg abandonó la pista sin participar en la ceremonia de entrega del trofeo.
Borg anunciaría su retirada dos años después, ya que nunca volvió a alcanzar una final de Grand Slam tras su vergonzosa actuación de 1981. Aunque intentó volver más adelante, nunca fue capaz de recuperar su forma. En una entrevista reciente con The Athletic, Borg explicó por qué se retiró tan joven.
"Estaba muy contento como jugador, pero la motivación no estaba ahí", admitió Borg. "Si no tienes motivación para entrenar y competir cada día, no puedes centrarte en lo que haces y en lo que necesitas hacer. Estaba contento, pero no tenía motivación ni concentración. Cuando volví brevemente, fue otra historia.
"Estoy escribiendo un libro. Voy a contárselo a todo el mundo el año que viene".
El jugador de 68 años se encuentra actualmente en Berlín, donde este fin de semana capitaneará por última vez al Equipo Europa en la Copa Laver.