Así funcionan los polémicos super tie breaks en los Juegos Olímpicos que han señalado figuras como Rafa Nadal y Andy Murray

Las reglas del super tie break en los Juegos Olímpicos de París 2024 han dividido a la opinión pública, con razón, y han saltado a los titulares debido a los problemas de Andy Murray / Dan Evans y Rafael Nadal / Carlos Alcaraz. Pero, ¿cómo funcionan?

Los partidos de tenis de los Juegos Olímpicos se juegan al mejor de tres sets. Los partidos individuales incluyen tres sets completos de tie-break, que se juegan a siete puntos. Es necesario ganar por al menos dos puntos, como se ve en los circuitos ATP y WTA.

En dobles, sin embargo, se utiliza un super tie-break para sustituir al tercer set decisivo. En la mayoría de los partidos de dobles, incluidos los de Grand Slam, se juegan al mejor de tres sets. En París 2024, este último set se sustituye por un super tie-break. Si cada equipo gana un set y el partido está empatado 1-1, se jugará un super tie-break en lugar de un tercer set a 10 puntos, y con diferencia de 2.

Pero Rafa Nadal, que anoche se enfrentó en el último set a Wesley Koolhof y Tallon Griekspoor con Alcaraz, lamentó el formato en declaraciones a MARCA, asegurando que es una falta de respeto para los partidos de dobles que se tengan que decidir de esa forma.

Mientras que en un set normal hay pausas intermedias, el super tie break es más feroz y con un margen de fallo minúsculo, y significa que un partido puede terminar muy rápido.

"Lo que pasa es que en dobles todo se complica muy rápido y se vio en el segundo set, donde fuiste mejor que ellos y tuviste más oportunidades al resto, pero llegas al tie-break y los pierdes", dijo con razón Rafa, que además no se le puede criticar nada, porque precisamente le viene bien que terminen los partidos más rápido teniendo en cuenta su forma física y que Carlitos es uno de los jugadores más decisivos del circuito.

Rafa Nadal vuelve a la acción esta tarde junto a Alcaraz, ya que se enfrentarán a la consolidada pareja formada por Rajeev Ram y Austin Krajicek. Un duro desafío.