Tras caer contra Pavel Kotov en primera ronda del
Open de Australia por 7-5, 6-1, 6-7, 6-7, 6-3,
Arthur Rinderknech comparó el ambiente que vivió en el Open de Australia con el de un club nocturno.
El partido se jugó en la pista seis, junto a un nuevo bar de fiestas de dos plantas que se ha construido para el torneo de este año y en el que cada día pincha un DJ diferente. Se quejó al árbitro porque los espectadores le gritaban cada vez que fallaba su primer saque y él no actuaba, por lo que les hizo callar.
Después del partido se desahogó diciendo que el nuevo ambiente no favorecía las condiciones del tenis y, aunque cree que es bueno para el torneo, cree que otros habrían reaccionado de otra manera al jugar en la pista.
"Quiero decir, ¡estamos jugando en un club nocturno! Pensaba que sólo en el US Open podíamos jugar en un club nocturno. Hoy ha durado cuatro [horas], ni siquiera sé cuánto tiempo hemos tocado. Sólo había comida, bebida, risas, charlas, música, música diferente. Todo sucedía en la cancha".
"Está bien, quiero decir que me gusta mucho la cancha. Era un ambiente agradable. Es genial. No sé, quizá otros jugadores se habrían cabreado por cómo iba todo por el lado derecho. Sé que también había algunos aficionados franceses en las gradas, pero creo que siempre fueron muy correctos con mi rival, nunca hicieron nada contra él", añadió.
"El banquillo estaba formado por tres o cuatro tíos al lado de la pista, bebiendo alcohol probablemente durante mucho tiempo y gritándome cada vez que fallaba un primer saque, especialmente en el partido en el que me rompieron el saque, durante todo el quinto set. No importa esto, estoy acostumbrado, estoy bien. Debería haber sido capaz de manejarlo. Pero no creo que tuviera clase".