Alexander Zverev y
Taylor Fritz pudieron conocerse aún un poco mejor durante el entrenamiento bajo el sol del mediodía neoyorquino. A tan solo unos 15 metros de distancia, la estrella del tenis alemán y su rival en cuartos de final del
US Open golpearon unas cuantas bolas sueltas el lunes y dieron los últimos retoques a su esperado duelo del martes.
"Espero que sea otro partido muy, muy duro, una bonita batalla - esperemos que con un resultado diferente al de Wimbledon", dijo Zverev antes del choque con el estadounidense. Hace aproximadamente dos meses, Fritz dio la vuelta a una desventaja de 0:2 sets contra el renqueante jugador de Hamburgo en el sagrado césped de Wimbledon en octavos de final.
Pero las señales han cambiado. "Ahora estoy sano, esa es la gran diferencia", subrayó Zverev, que intuye su gran oportunidad en la caza de su ansiado primer título de Grand Slam.
Tras las eliminaciones de Novak Djokovic y de Carlos Alcaraz, el grupo de principales favoritos se ha reducido considerablemente y sólo podrá enfrentarse en la final a sus principales rivales, Jannik Sinner y Daniil Medvedev. El momento parece propicio. Pero Zverev no quiere mirar tan lejos todavía: "Ahora me toca Taylor Fritz. Eso es lo único que me interesa".