El No. 3 del mundo,
Alexander Zverev, pudo haber sido No. 1 este año a raíz del caso de dopaje de
Jannik Sinner, pero cierra la temporada apenas por encima del mínimo histórico de puntos para un número tres de final de año desde que rige el actual sistema de clasificación.
Zverev está más cerca del jugador número 1000 del ranking ATP que de Jannik Sinner, número dos del mundo, ilustrando el enorme abismo que se ha abierto entre Sinalcaraz y el resto del circuito.
Al frente aparece
Carlos Alcaraz en el ranking de esta semana con 11.050 puntos. Sinner es segundo con 10.000 puntos. Zverev cae hasta los 4.960 puntos en tercera posición y el jugador número 1000 es Elgin Khoeblal con 15 puntos. Está a 5.040 puntos de Sinner pero solo 4.945 por delante del número 1000.
Además, hasta la actualización del sistema de puntuación del año pasado, Zverev habría firmado la segunda peor temporada —e incluso la peor bajo las directrices actuales— para un tenista que termina como No. 3 del mundo. Ningún jugador desde Grigor Dimitrov, que cerró con 5.150 puntos en 2017, había acabado por debajo de Zverev, que termina el año con 5.160.
Se abre un abismo en la clasificación
Con todo, como se apuntó después, el reparto de puntos cambió en 2024. Una final de Grand Slam antes de 2024 otorgaba 1.200 puntos, pero Zverev sumó 1.300 por la final del Open de Australia este año, lo que hace que la temporada de Dimitrov resulte ligeramente mejor si se aplica la métrica actual.
Zverev solo levantó un título en 2024, el ATP 500 de Múnich, su menor cosecha desde 2022, cuando no ganó ninguno. Disputó cuatro finales, en todas las superficies, entre ellas la del Open de Australia —clave para sostener su ranking— además de Múnich, Stuttgart y Viena.
También evidencia la brecha entre la élite: Djokovic sigue arriba pese a su edad, mientras perfiles como Fritz, Shelton o De Minaur han brillado por momentos pero están lejos del top-2 y más rezagados que el propio Zverev. Incluso Alexander Bublik, más asociado al espectáculo, se lo tomó en serio este año y roza el top-10 tras ganar cuatro títulos.
Al tiempo, Rublev, Medvedev y Tsitsipas han perdido tracción y hoy quedan fuera del foco; el descenso de jugadores como Casper Ruud ha dejado un vacío que agranda el hueco, con Zverev como termómetro: pese a haber tenido opciones de ser No. 1 a inicios de año, ahora figura, según las métricas actuales, como el número tres de final de temporada más rezagado de la historia.