La estrella del tenis español
Alejandro Davidovich Fokina es conocido por sus explosivos arrebatos en la pista, pero reconoce que necesita trabajar en su actitud si quiere seguir creciendo como jugador. Ayer, contra Draper, tuvo un nuevo episodio.
El tenista de 25 años ha sido una de las sorpresas del Masters de Montecarlo, donde superó al undécimo cabeza de serie, Ben Shelton, y al quinto preclasificado, Jack Draper. Ahora, se enfrentará a su compatriota
Carlos Alcaraz por un lugar en la final. El ex número 1 del mundo ganó su único duelo previo en Barcelona, en 2023.
El malagueño mostró una versión mucho más serena y enfocada en su victoria de cuartos de final ante el australiano Alexei Popyrin, en contraste con su actitud más impulsiva en el duelo de octavos frente a Draper. La diferencia se notó en el resultado: venció a Popyrin en sets corridos, mientras que necesitó tres luchados sets para superar al británico.
“Lo que pasó en el partido contra Draper, sé que no puede volver a repetirse”, reconoció tras su triunfo ante Popyrin. “Hablé mucho con mi equipo después y me di cuenta de que no quiero seguir con esa actitud durante toda mi carrera. Tengo que dejar de quejarme y ser más profesional, controlar mis emociones en la pista. Hoy logré mantener la calma, concentrarme y tener una buena actitud durante todo el partido.”
El actual número 42 del mundo ya suma 18 victorias esta temporada, igualando su registro de todo 2024. Al ser consultado sobre esta evolución, Davidovich Fokina la atribuyó a su crecimiento personal.
“Ganar partidos te da la confianza necesaria para competir a este nivel”, explicó. “El año pasado fue duro, pero me ayudó a madurar mucho como persona. Cuando mejoras fuera de la pista, todo fluye mucho mejor dentro de ella.”