“¿22 Grand Slams? ¿Por qué no? Seis ya son muchos": Rafa Nadal, sobre Carlos Alcaraz

Rafael Nadal ha ofrecido uno de sus respaldos más contundentes hasta la fecha sobre el potencial a largo plazo de Carlos Alcaraz, al afirmar que el español de 22 años es capaz de igualar su propio total de 22 títulos de Grand Slam, siempre que se mantenga sano.

En una entrevista publicada esta semana, Nadal elogió el ascenso fulgurante de Alcaraz y aseguró que el seis veces campeón de majors va por el camino correcto para convertirse en uno de los jugadores más exitosos de la historia.  

“¿22 Grand Slams? ¿Por qué no? Seis ya son muchos, y tiene una trayectoria espectacular.

“Lo más importante es que no se lesione. Si no tienes lesiones, creo que tampoco pierdes la confianza en tu cuerpo, y eso te permite seguir mejorando.”

El comentario es una de las valoraciones públicas más definitivas de Nadal sobre Alcaraz hasta la fecha y llega tras una temporada en la que volvió al No. 1 del mundo y conquistó tanto Roland Garros como el US Open.

Los primeros años de Alcaraz en la élite han sido excepcionales en cualquier medida histórica. A los 22, ya posee seis títulos de Grand Slam, situándolo por delante del Big Three a esa misma edad. Nadal, Djokovic y Federer tenían menos majors en esa etapa de sus carreras.

Nadal tenía cuatro majors a esa edad, Djokovic uno y Federer ninguno. La producción de Alcaraz representa un logro poco común que lo perfila para convertirse en uno de los grandes de todos los tiempos.

Su campaña de 2025 consolidó aún más su posición como la fuerza dominante del circuito, con títulos en Roland Garros y Flushing Meadows y una presencia constante en las rondas finales de cada gran evento. El único major que aún falta en su palmarés sigue siendo el Australian Open, un trofeo que volverá a perseguir en enero.

Ganar en todas las superficies salvo el Australian Open demuestra una adaptabilidad que a los jugadores suele llevarles años desarrollar. Sus títulos en Wimbledon, Roland Garros y el US Open subrayan un perfil completo, de todo terreno, pocas veces visto en tenistas que todavía están en la veintena temprana.

También hay una dimensión psicológica en su ascenso. Pese a la fama temprana y las crecientes expectativas, Alcaraz ha mostrado un nivel inusual de templanza para su edad. Habla de disfrutar la presión en lugar de temerla, una mentalidad que repiten entrenadores y jugadores por el circuito. Esa resistencia mental ha sido un factor crucial para evitar baches prolongados, reaccionar rápido a las derrotas y mantener la concentración durante una temporada exigente.

Pese a los elogios, Nadal fue claro sobre la principal barrera entre Alcaraz y una cuenta de más de 20 majors: las lesiones. Nadie sabe mejor que Nadal cuánto desgaste físico exige una carrera larga en la cima, y enfatizó que la regularidad y la longevidad son tan importantes como el talento.

El estilo explosivo y de alta intensidad de Alcaraz, aunque es una de sus grandes fortalezas, también plantea desafíos a largo plazo, algo que Nadal reconoció. Añadió que jugadores como Alcaraz y Jannik Sinner aún necesitan rivales fuertes que los empujen, ya que el entorno competitivo puede moldear la mentalidad de un campeón con el tiempo.

“Creo que Sinner y Alcaraz necesitan a alguien que los empuje”, dijo.

“Necesitan a alguien que los empuje un poco porque se han separado del resto, y en cualquier forma pueden ganar a cualquiera, hasta que se encuentran con ese otro jugador. Los que miramos desde fuera tenemos la sensación de que, incluso si juegan mal, van a seguir ganando y alcanzando todas las finales.”

Con Nadal y Federer retirados y Novak Djokovic acercándose al final de su carrera, el circuito masculino entra en un periodo de transición. Alcaraz ya se ha posicionado como el rostro de la próxima generación y el líder claro del tenis masculino junto a Jannick Sinner. Los comentarios de Nadal refuerzan ese cambio, enmarcando a Alcaraz no solo como ganador de Grand Slams, sino como un potencial dominador a largo plazo.

Para el tenis español, el momento tiene un valor simbólico: el mayor campeón que el país ha producido entrega abiertamente el testigo al jugador que muchos creen que definirá la próxima década.