Katie Boulter se enfrentó este martes a Katerina Siniakova en el
Madrid Open y, aunque se llevó la victoria, también fue protagonista de una tensa disputa con el juez de silla por una alineación incorrecta que generó controversia.
Todo comenzó cuando el primer saque de la británica cayó claramente fuera del cuadro de servicio, sin ser registrado por el sistema Hawkeye. Tanto el árbitro como las jugadoras notaron el error, y el partido fue interrumpido momentáneamente.
El oficial contactó por radio para confirmar la decisión, aunque la revisión tardó en llegar. Aun así, el colegiado negó a Boulter la posibilidad de repetir el primer intento tras la reanudación.
—Han confirmado que fue falta y se mostrará el vídeo en el marcador —explicó el juez—. Por lo tanto, será segundo saque. El Ojo de Halcón ya está operativo, por favor continúe.
—¿Segundo saque? ¿Cómo? —replicó Boulter, sorprendida.
—Porque se ha verificado que la bola estaba fuera —insistió el árbitro.
—Pero han pasado como 20 segundos desde que se reanudó —protestó la jugadora—. Entonces, ¿cómo puede ser segundo saque? Es absurdo. No se trata del fallo, sino del tiempo que han tardado en mostrar la imagen.
—Se ha tomado la determinación de seguir desde el segundo servicio —zanjó el oficial.
En medio de la confusión, Siniakova mostró un gesto ejemplar. Aunque pudo haberse beneficiado de la situación, optó por devolverle el primer saque a su rival, demostrando un admirable espíritu deportivo.
Habitualmente, cuando ocurre una demora significativa entre el primer y segundo saque por causas externas, las reglas favorecen a la jugadora, permitiéndole repetir el servicio inicial. Sin embargo, en esta ocasión, el árbitro no reconoció ese lapso como justificante.
El incidente reabre el debate sobre el uso del Ojo de Halcón y la fiabilidad de sus decisiones, especialmente tras la reciente controversia en la que Aryna Sabalenka fotografió una marca de línea dudosa, poniendo en entredicho el sistema de revisión electrónica.