Emma Navarro se enfrentará en el China Open a una esperanza local, Zhang Shuai, que rompió una racha de 21 partidos perdidos, la peor de la historia de la WTA. Pero su diversión podría no durar mucho tiempo al enfrentarse a la estadounidense, que sin duda se divirtió mucho en los prolegómenos del torneo.
Navarro, a la que quizás injustamente se ha tachado de aburrida debido a la percepción que se tiene de su riqueza familiar, mostró un lado divertido durante su visita al parque de Pekín. La estadounidense, que ha ascendido al top ten, bailó con desconocidos y desafió a profesionales del ping pong antes de iniciar su campaña en el torneo.
Terminó sus relatos diciendo que se limitaba a unirse a todo lo que podía mientras estaba en el parque. Empezó el año como una auténtica marginada en lo que se refiere a estar en alza, pero aún no ha alcanzado su punto álgido. Ahora es la número 8 del mundo tras alcanzar las semifinales del US Open y, después de pasar la mayor parte de la temporada pasada fuera de las pistas, ha tenido un poco de tiempo libre desde entonces, pero está deseando volver.