Aryna Sabalenka tendrá la oportunidad de meterse en un grupo selecto de jugadoras que han logrado consagrarse en el Open de Australia en tres ocasiones cuando comience su participación en el primer Grand Slam de la temporada. La bielorrusa, actual bicampeona, podría dejar atrás con esta marca a la icónica Serena Williams, ganadora de 23 trofeos major pero unicamente campeona en 2 ocasiones en el Abierto oceánico.
A sus 27 años, Sabalenka persigue un logro poco común en la WTA: ganar tres coronas consecutivas en Melbourne, una hazaña que ni siquiera Serena Williams ha conseguido. Sólo cinco jugadoras lo han logrado, la más reciente Martina Hingis hace 25 años, cuando conquistó su tercer trofeo consecutivo en 1999.
El Abierto de Australia ocupa un lugar especial en la carrera de Sabalenka, ya que allí ganó su primer gran título en 2023. Aunque ya estaba consolidada como una de las cinco mejores jugadoras de la WTA, había fracasado en tres semifinales de Grand Slam anteriores, lo que generó dudas sobre su capacidad para conseguir un título importante.
Sabalenka silenció esas dudas al triunfar la temporada pasada, remontando un set en contra para derrotar a Elena Rybakina por 4-6, 6-3 y 6-4. Un año más tarde, defendió su título con una dominante victoria sobre Zheng Qinwen, 6-3, 6-2, convirtiéndose en la primera jugadora en lograr dos títulos consecutivos en el Abierto de Australia desde Victoria Azarenka (2012-2013).
La australiana está considerada como una de las mejores tenistas de todos los tiempos, con 24 títulos de Grand Slam, más que ningúna jugadora de la historia. Tras la profesionalización del tenis, Margaret Court logró un triplete en el Abierto de Australia entre 1969 y 1971, lo que contribuyó a su récord de 11 títulos en Melbourne a lo largo de su ilustre carrera.
Otra leyenda del tenis australiano, Evonne Goolagong Cawley, ganó 7 títulos de Grand Slam y fue finalista en otros siete. En sus tres finales consecutivas del Abierto de Australia, derrotó a Chris Evert, Martina Navratilova y Renata Tomanova, superando el dominio de Court, que ya la había derrotado en las finales del mismo torneo en 1971 y 1973.
La 22 veces campeona de Grand Slam es una presencia nada sorprendente en esta lista, ya que surgió a finales de los 80 para dominar el circuito de la WTA prácticamente sin oposición durante una década. A pesar de su carrera estelar, Australia fue estadísticamente su Slam "más débil", en el que conquistó "sólo" cuatro títulos, incluida una racha de tres victorias consecutivas.
En 1988, Steffi Graf jugó su cuarta final consecutiva de Grand Slam, tras haber ganado el Abierto de Francia el año anterior y haber caído en las finales de Wimbledon y el US Open, ambas ante Martina Navratilova, que entonces tenía 30 años. En esta ocasión, derrotó a Chris Evert en dos sets seguidos y se hizo con su segundo gran título. Más tarde superó a Helena Sukova y Mary Joe Fernandez para completar su triplete en el Abierto de Australia. Graf lograría su último título del Abierto de Australia en 1994, contra Arantxa Sánchez Vicario.
La estrella de origen yugoslavo protagonizó posiblemente el ascenso más asombroso de la historia de la WTA. Cuando Graf completó su triplete en el Abierto de Australia (1990), parecía casi invencible, pues había ganado ocho de los nueve majors anteriores en los que había competido. Entonces llegó Monica Seles, una sensación adolescente que ganó su primer grande en Roland Garros en 1990, con sólo 16 años.
Selesiguió los pasos de Graf al conquistar su segundo Major en el Abierto de Australia de 1991, derrotando a Jana Novotna. Seles dominó la Pista Central de Melbourne durante tres años consecutivos, incluida una memorable victoria sobre Graf en 1993. Desgraciadamente, éste fue su último título de Grand Slam antes de que un terrible atentado la dejara fuera de juego durante años.
Martina Hingis sigue siendo la última jugadora que ha logrado tres títulos de Australia consecutivos, dominando el torneo que mejor se adaptaba a su juego. Hingis conquistó su primer título en 1997 al derrotar a la francesa Mary Pierce. Hingiss defendió con éxito su título en 1998 contra Conchita Martínez y en 1999 contra Amélie Mauresmo, una hazaña que nadie ha igualado desde entonces.
Sin embargo, Melbourne también le trajo sinsabores, ya que perdió las tres finales siguientes de forma consecutiva: en 2000 ante Lindsay Davenport, y en 2001 y 2002 ante Jennifer Capriati, esta última tras desperdiciar cuatro puntos de partido.