“¿Te das cuenta de lo raro que es esto?”: Madison Keys detalla el incómodo momento con un aficionado que nunca olvidará

En un revelador nuevo episodio de “The Player's Box”, las presentadoras Jessica Pegula, Jennifer Brady, Desirae Krawczyk y Madison Keys sostuvieron una sobria conversación sobre la seguridad de las jugadoras y la erosión de los límites personales. Los casos de acoso han abundado en el deporte, y esta vez fue la campeona del Australian Open 2025 quien contó un episodio que vivió en un hotel con una fan mujer.

La charla comenzó cuando Madison Keys mencionó el clip viral del prodigio de la NHL Connor Bedard rechazando una solicitud de autógrafo de un hombre que claramente buscaba vender recuerdos firmados. Keys se identificó profundamente con la situación y la enmarcó como un momento que todo atleta entiende, especialmente cuando alguien insistente se niega a respetar el espacio personal.

Keys admitió que momentos así le tocan de cerca, señalando cuán a menudo las jugadoras son abordadas en situaciones similares. Marcó el tono desde el inicio al reconocer que sintió empatía por la reacción de Bedard: “Iba como regresando de cenar, con un par de personas o algo así, caminando de manera casual, y el tipo lo estaba molestando de verdad.”

Jessica Pegula conectó de inmediato con la situación, diciendo que le recordó una tendencia recurrente en ciertos torneos donde los mismos cazadores de autógrafos aparecen día tras día. Explicó que suele intentar ser educada mientras evalúa las intenciones de la persona, pero la dinámica se vuelve incómoda cuando está claro que están coleccionando firmas para vender.

La subcampeona del US Open 2024 describió cómo maneja esos momentos desarmándolos con humor: “Normalmente pregunto, porque es como que, obviamente en ese punto, suele ser especialmente en torneos específicos. Son las mismas tres personas una y otra y otra vez, y literalmente sacan un libro entero… y yo les decía, bueno, si los vendes, siento que como es mi cara, como que me gustaría cobrar por ello. Comisión.”

La especialista en dobles Desirae Krawczyk aportó su propio giro, señalando lo persistentes que pueden ser algunos de estos coleccionistas. “Te toman la foto, al día siguiente vuelven, impresa. Y te dicen, ¿puedes firmarla? Y yo en plan, guau.” Para ella, no solo es repetitivo sino también un poco absurdo, especialmente cuando la misma imagen reaparece año tras año.

Pegula luego desplazó la conversación hacia una realidad más incómoda: la presencia constante de buscadores de autógrafos fuera de los hoteles de las jugadoras. Dijo que algunas incluso cambian de hotel para evitar verse rodeadas y presionadas en cuanto salen. “Ha habido fans en torneos específicos… que se quedan merodeando fuera del hotel, y es como que ni siquiera puedes salir del hotel.”

Madison Keys retomó el tema subrayando que la mayoría de las jugadoras suelen estar encantadas de firmar, pero todo cambia cuando su espacio personal y su seguridad se ven comprometidos. Recordó momentos en los que la gente la rodeó físicamente mientras intentaba subir a un coche, a veces incluso lanzándole objetos para que los firmara. “Hay lugares donde literalmente te lanzan cosas para que las firmes.”

“O, sí, como una vez en un hotel, una mujer me siguió hasta mi habitación”, añadió la número 7 del mundo. “Y me di la vuelta y fue como, ¿pero qué demonios? Y ella dijo: ‘Sí, ¿puedes firmar esto?’ Y yo le respondí: ‘Vale, pero ¿te das cuenta de lo raro que es esto?’”

“Como que eso fue… para mí es más cuando se da un paso demasiado lejos. Y sí, es como que pierden… un poco la noción de que sigues siendo una persona que tiene sus límites.”

La ex subcampeona del Australian Open Jennifer Brady coincidió, diciendo que por lo general disfruta firmar autógrafos pero tiene límites claros, especialmente con coleccionistas profesionales que llevan pilas de fotos. “A veces los ves, dan la vuelta y tratan de que firmes otra, o se la pasan a otro—porque normalmente son como un grupo—todos intentando conseguir autógrafos y luego venderlos.”

Krawczyk aportó entonces una perspectiva de género que dio más peso al debate. “Creo que desde una perspectiva femenina, especialmente el tema de los límites se vuelve muy raro porque tienden a ser siempre hombres mayores y es un poco inquietante”, dijo.

“Siento que es, es un tema de límites para mí”, respondió Madison Keys. “Como cuando es, se olvidan de que eres humana y que, sí. Seguirte hasta, en el ascensor y hacia tu habitación de hotel es cruzar totalmente una línea. Y cuando eso pasa, te quita las ganas de volver a hacerlo.”