Danielle Collins ha utilizado sus plataformas oficiales para ofrecer una actualización detallada sobre
su estado físico y sus planes profesionales de cara a la temporada 2026. La veterana estadounidense, que ha mantenido un perfil bajo desde su temprana eliminación en el US Open, abordó directamente la creciente especulación sobre una posible retirada definitiva.
La temporada 2025 resultó ser un duro correctivo estadístico y físico para la exfinalista del Australian Open. Tras iniciar el año con la carga de defender un enorme botín de puntos por sus éxitos del curso anterior, Collins no logró replicar la consistencia necesaria para permanecer en la élite de la WTA. Cerró el año con un balance discreto de 18-16 en victorias y derrotas, muy lejos de las más de 40 victorias que acumuló durante su sobresaliente campaña de 2024.
Esta falta de continuidad en los resultados, agravada por bajas obligadas durante la gira asiática, precipitó una fuerte caída en el ranking mundial, dejándola fuera del Top 40 al cierre del año.
De cara al inicio de 2026, Collins ha confirmado que no estará en pista durante la gira australiana, aunque mantendrá presencia en el deporte. La estadounidense reveló que actualmente está en tratamiento de fertilidad que la mantendrá al margen durante la primera parte del año. “No competiré durante la primera parte del año. Pero me verán en una faceta diferente con @tennischannel 🎤 Esto es todo lo que compartiré por ahora. Se vienen más novedades 😉”
El espejismo de 2024 y la volatilidad del ranking
Para entender la situación actual de Collins, es imprescindible repasar la singular narrativa que definió su campaña de 2024. A comienzos de ese año, la estadounidense anunció públicamente que sería su última temporada, citando su deseo de formar una familia y problemas crónicos de salud. Sin embargo, aquella declaración de “despedida” desbloqueó paradójicamente su mejor tenis, impulsándola a títulos consecutivos en el Miami Open y Charleston.
Ese impulso la catapultó de vuelta al Top 10, generando una situación inédita en la que una jugadora en “retiro activo” dominaba el circuito. Ante esos resultados, Collins decidió posponer su retirada indefinidamente, extendiendo su carrera hasta 2025 con renovadas esperanzas.
Collins con el trofeo en el Miami Open 2024
No obstante, 2025 presentó un escenario radicalmente distinto, evidenciando la dificultad de sostener un ranking de élite con problemas de salud de fondo. La presión de defender 1000 puntos de Miami y 500 de Charleston resultó insostenible. Tras caer pronto en esos torneos clave, el ranking de Collins sufrió un colapso matemático inevitable. Pasó de ser candidata a las WTA Finals a pelear por conservar estatus de cabeza de serie en los Grand Slams. La transición de un 2024 casi “mágico” a un 2025 marcado por la regresión a la media y las lesiones expuso la fragilidad de su estatus en la clasificación, devolviéndola a una zona que complica los sorteos desde las primeras rondas.
Collins habló abiertamente sobre su tiempo fuera de las pistas, ya que la ex número 8 del mundo anunció que espera regresar a la competición, aunque no formará parte de la gira australiana que abre la temporada.
“He estado tomándome los últimos meses para recuperarme de la lesión de espalda que tuve al final de la temporada”, publicó Collins en Instagram. “También he estado sometiéndome a varios procedimientos de congelación de óvulos 🥳🥚 ¡Ha sido de las cosas más increíbles que he hecho! Pero al mismo tiempo estas hormonas que he tenido que tomar son una auténtica b**** 🤣🎢 ”