Simona Halep inicia el proceso de apelación y acaba entre lágrimas por la ampliación de su suspensión por infracciones antidopaje
Simona Halep, ex número 1 del mundo, está inmersa en una dura batalla para limpiar su nombre y anular la suspensión de cuatro años que se le impuso en septiembre. Halep, sorprendida en un primer momento por la noticia, ha iniciado oficialmente un proceso de apelación en el que se han desatado las emociones y las lágrimas.
El drama se desató cuando la bicampeona de Grand Slam dio positivo por la sustancia prohibida roxadustat en agosto de 2022, lo que provocó su suspensión provisional en octubre del mismo año. La noticia inicial de la suspensión dejó a la heroína abrumada y llorando.
Según The Athletic, Halep viajó a su casa en Bucarest cuando se anunció la decisión del tribunal "para estar con su familia el día de septiembre en que se conoció la decisión". Fue "un día emotivo, lleno de lágrimas y de incapacidad para entender cómo pudo ser declarada culpable de dopaje sanguíneo a pesar de que nunca se encontraron sustancias ilegales en su sangre".
Un tribunal independiente determinó que Halep había cometido "violaciones intencionadas de las normas antidopaje" en relación con estos dos cargos, lo que condujo a la sanción de cuatro años.
En un comunicado emitido el día en que se anunció la decisión, Halep compartió sus intenciones de recurrir ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que ya ha recibido el TAS, aunque no hay indicios del plazo que podría tardar: "En este momento, no es posible indicar un plazo para la emisión de la decisión".
Si la apelación de Halep prospera, el TAS podría reducir su suspensión, que actualmente la mantiene apartada hasta el 6 de octubre de 2026. La tenista, de 32 años, ha mantenido firmemente su inocencia en ambos cargos y ha argumentado que su positivo en la prueba de roxadustat se debió a la contaminación de un suplemento de colágeno que había tomado.