Se espera que
Simona Halep, ex número 1 del mundo, pierda por completo su clasificación en el ránking de la WTA en los próximos dos meses debido únicamente a su inactividad y a los problemas de dopaje que le impiden regresar al circuito y competir de nuevo en el tenis profesional.
Halep fue suspendida provisionalmente en octubre por la ITIA por un control antidopaje fallido durante el US Open 2022. La noticia le sorprendió y desde entonces ha intentado luchar contra ella. Aunque con múltiples audiencias anuladas y una segunda prueba fallida por irregularidades en su pasaporte biológico, se ha quedado en el limbo.
Actualmente clasificada en el puesto 55, tiene un torneo en particular por delante que le va a hacer bajar muchos puestos en el ránking, ya que Halep defiende título en el Masters de Canadá. Pero con esa segunda prueba fallida, es probable que ese limbo continúe todavía durante un tiempo, con su caso inicial pasando por el CAS compareciendo ante el Tribunal de Distrito de Londres y a la espera de un veredicto.
Acusó a la ITIA de "acoso" y de impedirle reiniciar su carrera a propósito. A modo de referencia, Mikael Ymer, sancionado ayer martes, jugó durante 18 meses después de saltarse tres pruebas, mientras que Halep no ha vuelto a jugar desde antes del US Open.
Aquí es donde caerán la mayor parte de los puntos, con 30 de Washington, 900 de Canadá, 60 de Cincinnati y 10 del US Open, que vienen a ser precisamente los 1.000 puntos que tiene actualmente.
El único consuelo para Halep es que, al igual que Jennifer Brady, Elina Svitolina e incluso Caroline Wozniacki, es probable que reciba wildcards o utilice un ranking protegido debido a su estatus si regresa al circuito en un futuro lejano.
También pone de manifiesto un problema constante en la gira, con múltiples jugadores sancionados por supuestamente tomar sustancias o por no pasar los controles. Daniil Medvedev incluso admitió que estuvo a punto de saltarse un tercer control, lo que le habría supuesto una sanción.