Al igual que Roger Federer, otra leyenda del tenis sigue amontonando billetes tras su retirada. Es el caso de Serena Williams, quién sino, una de las mejores jugadoras de la historia del deporte, que tiene incontables negocios y se mantiene entre las personas que más ganan en la industria.
La 23 veces campeona de Grand Slam se retiró en el US Open de 2022, poniendo fin a una ilustre carrera de más de 20 años. Sin embargo, sigue participando activamente en otros negocios, como varios patrocinios, su propia línea de moda y otras inversiones iniciales.
El acuerdo con Nike catapultó a Williams a la libertad financiera
Cuando el estrellato de Williams alcanzó nuevas cotas al principio de su carrera, la estadounidense firmó un contrato con el gigante deportivo Nike en 2003. El acuerdo inicial ascendía a la cifra récord de 60 millones de dólares repartidos en 6 años, además de varios incentivos. Debido a su éxito sin precedentes en la cancha, era sólo cuestión de tiempo que renegociara un nuevo contrato. En 2016, se convirtió en la deportista mejor pagada, con un salario anual de 29 millones de dólares.
Sin embargo, Williams superó esta marca cuando colaboró con Nike para lanzar el Serena Williams Design Crew (SWDC), un programa de aprendizaje que ayudaba a niños menos privilegiados. Junto con el acuerdo SWDC y su marca de moda, Williams siguió obteniendo beneficios incluso después de su retirada. La ex número 1 del mundo ocupó el puesto 49 en la lista de los deportistas mejor pagados del mundo según Forbes en 2023; de hecho, actualmente tiene un patrimonio neto de 250 millones de dólares.
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