"Quizá me pasé un poco con Anton": Aryna Sabalenka explica la furiosa discusión con su entrenador durante la dramática victoria en las Finales de la WTA

La intensidad de Aryna Sabalenka se puso de manifiesto en las Finales de la WTA después de su dramática victoria en tres sets sobre Jessica Pegula, 6-4, 2-6, 6-3. La número 1 del mundo no sólo se sobrepuso a un break de desventaja en el partido decisivo, sino que también se enfrentó a una montaña rusa de emociones con su entrenador, Anton Dubrov. En el tercer set, Dubrov se marchó de la pista, momento que Sabalenka describió más tarde como la chispa que le ayudó a enderezar el rumbo.

La bielorrusa, que ya tiene garantizado acabar el año como número 1 del mundo, demostró una vez más por qué su energía emocional suele alimentar su mejor tenis. "Estaba muy frustrada en mi interior, y sólo intenté dejarlo pasar. Probablemente fui demasiado lejos", admitió con una sonrisa. "Pero sinceramente, creo que fue un acierto por su parte dejarme estar sola". El resultado la mantuvo invicta en Riad tras dos victorias en la fase de grupos.

Tras deshacerse de Jasmine Paolini por 6-3 y 6-1 en su primer partido, Sabalenka lidera ahora su grupo y sólo necesita ganar un set en su duelo final de octavos contra Coco Gauff para asegurarse un puesto en semifinales. Incluso con una derrota, las probabilidades de avanzar siguen siendo altas. Sin embargo, la vigente campeona del Abierto de Estados Unidos parece más centrada en mejorar su nivel que en hacer números. "Intentaré jugar un tenis un poco más limpio con mi saque", declaró.

Esta temporada ha sido otro año decisivo para la jugadora de 27 años, que ostenta un récord de 61-11 y cuatro títulos, incluida su cuarta corona de Grand Slam en el Abierto de Estados Unidos de 2025. Ha llegado al menos a semifinales en las tres últimas ediciones del torneo. Su mejor resultado se produjo en 2022, cuando quedó subcampeona tras Caroline Garcia. Ahora, su hambre por levantar el título de fin de año es más fuerte que nunca.

El duelo entre Sabalenka y Pegula fue uno de los más apasionantes del torneo hasta la fecha, un intercambio de potencia y precisión de gran calidad. "Fue un intercambio de tenis irreal por parte de ambos", dijo Sabalenka. "En el primer set no sé lo que hice, sinceramente; algunos de los puntos fueron simplemente increíbles". Sin embargo, Pegula encontró su ritmo en el segundo set, convirtiendo el partido en un tenso tira y afloja que exigió la mejor resolución mental de Sabalenka.

Cuando Pegula rompió al principio del último set, la presión aumentó. Fue entonces cuando las emociones de Sabalenka se desbordaron, provocando su arrebato contra Dubrov. "Creo que me alteró mucho, estaba muy estresada y enfadada con él, y eso me ayudó a sacar un tenis así", admitió. Irónicamente, lo que parecía una crisis se convirtió en un punto de inflexión, reavivando su característica ferocidad desde la línea de fondo.

Al igual que la potencia de Sabalenka, su honestidad emocional la convierte en una de las jugadoras más convincentes del circuito. A menudo lleva su corazón en la manga, sin filtros pero consciente de sí misma. "Ahora mismo no nos importan los entrenadores, sino la jugadora. La jugadora siempre tiene razón", bromeó durante la charla en la pista, una frase que refleja a la perfección su mezcla de humor y competitividad.

Con su pase a semifinales al alcance de la mano, Sabalenka aspira ahora a mantener su dominio en el Grupo Steffi Graf y perseguir el único trofeo importante que falta en su reciente colección. "Considero este torneo como si necesitara ganar cinco partidos para conseguir ese trofeo", declaró. Si mantiene la misma mezcla de garra y energía emocional con la que superó a Pegula, pocos dudarán de su capacidad para alzarse por fin con la corona de las Finales de la WTA.