Jessica Pegula, tercera cabeza de serie, se enfrentará hoy lunes 4 de septiembre a su compatriota Madison Keys en los octavos de final del US Open 2023.

Pegula, número 3 del mundo, sólo ha cedido un set hasta la fecha en su exitosa carrera en Flushing Meadows. La jugadora de 29 años derrotó a Camila Giorgi por 6-2 y 6-2 en la primera ronda antes de imponerse a Patricia Maria Tig por 6-3 y 6-1 en la segunda.

Pegula tuvo más dificultades en la tercera ronda contra Elina Svitolina, 26ª cabeza de serie, que le arrebató un set. Sin embargo, se recuperó y ganó el partido por 6-4, 4-6 y 6-2. Ahora se enfrentará a su compatriota Keys en la pista principal del estadio Arthur Ashe para intentar alcanzar los cuartos de final.

Mientras tanto, Keys, 17ª cabeza de serie, superó a Arantxa Rus por 6-2 y 6-4, y a Yanina Wickmayer por 6-1 y 6-2. Luego perdió su primer set en la tercera ronda contra Liudmila Samsonova, pero luchó para derrotar a la 14ª cabeza de serie y ganar el partido por 5-7, 6-2, 6-2.

Las dos jugadoras ya se habían enfrentado una vez, en los cuartos de final del Open de San Diego 2022 hace poco menos de un año. Pegula ganó el partido en sets corridos, 6-4, 7-5. El evento WTA 500 también se juega en pistas duras al aire libre, lo que significa que es una indicación más clara de cómo podrían enfrentarse en el US Open.

Sin embargo, aunque ambas jugadoras acertaron el mismo número de golpes ganadores en sus partidos anteriores, Keys cometió menos errores no forzados, lo que sugiere que Pegula tendrá que limpiar un poco su juego si quiere asegurarse un puesto en los cuartos de final del major neoyorquino.

Keys también suele tener más potencia en sus golpes que Pegula, lo que significa que podría tener la oportunidad de arrollar a su rival. No obstante, Pegula no es la número 3 del mundo en vano, y su regularidad, así como el hecho de que sus golpes de fondo sigan siendo fuertes y su saque, en general, mejor, hacen que muchos pronostiquen que será ella quien gane el partido.

En cualquier caso, será un partido atractivo para el público estadounidense, que verá enfrentarse a dos jugadores locales.