Petra Kvitova, múltiple campeona de Wimbledon, ha sido uno de los últimos grandes nombres en dejar el deporte por un tiempo y convertirse en madre. Pero mientras que algunas regresan más rápido que otras, para la checa el camino de vuelta será más largo.
En una entrevista reciente concedida a LP-life.cz, explicó que tuvo que someterse a una cesárea de urgencia y que, aunque esperaba que el proceso fuera más suave, fue un calvario y, con una intervención de este tipo, el efecto es duradero y no se recupera enseguida.
"Todavía tengo unos kilos de más, pero poco a poco van bajando, así que espero que pronto esté como debería. Pensé que el parto sería mejor, pero fue un calvario y acabé teniendo una cesárea de urgencia, así que no fue del todo agradable", declaró Kvitova a LP-life.
Pero ahora, como resultado, ha dejado su regreso al tenis bastante abierto, en lugar de esperar que eso signifique que podría no ocurrir al menos todavía.
"Ahora lo tengo abierto, también por cómo acabé con la cesárea", dijo la bicampeona de Wimbledon. "Tampoco lo dije, así que lo tengo abierto en cuanto a cómo me resultará, tanto mental como físicamente".
"Después de todo, ya no soy la más joven y tenemos un hijo, así que es más una decisión familiar, de momento. Ya veremos cómo va todo", añadió.
Por supuesto, la paternidad compartida con su marido y entrenador, Jiri Vanek, cuando Kvitova no está en la pista, ha hecho que se involucren dos cuerpos en lugar de uno.
"Si el pequeño no duerme nada por la noche, [Jiri] se lo lleva por la mañana y yo puedo dormir un poco antes de que se vaya a trabajar y cuida mucho, así que no me puedo quejar en absoluto".