La expectación y la presión puestas sobre
Emma Raducanu fueron una maldición para la británica. Así lo asegura
Martina Navratilova, ya que la ex campeona del
US Open 2021, que de repente saltó a la fama y la prominencia al ganar el Grand Slam, se convirtió de la noche a la mañana en una megaestrella mundial. Desde entonces, ha tenido que lidiar con las críticas, los problemas de forma y las lesiones, que han hecho que Raducanu no se ocupe del potencial que tiene y tenga que volver a empezar tras pasar por el quirófano.
Ha jugado bien a veces, pero aún no ha terminado de despegar en 2024 y Navratilova admite que se convirtió en un hándicap desde el principio. Citó en particular el hecho de ser británica como problema. Durante mucho tiempo, con una sequía de éxitos aparte de Andy Murray, el mundo del tenis ha anhelado una megaestrella del Reino Unido y no lo ha conseguido, lo que significa que cuando apareció Raducanu, los medios de comunicación clamaron por la nativa de Bromley.
Esto se tradujo en muchos apoyos y columnas, pero, en palabras de Navratilova, fue una "desagradable trampa", tanto por no mantenerse sana como por no ganar. "Fue increíble cuando ganó, pero se ha convertido en un hándicap porque las expectativas se han disparado", declaró Navratilova a Sky Sports.
"No fue una casualidad porque Emma tiene ese nivel. No fue sólo que jugara un gran tenis y de repente no pudiera jugar, sino que la presión que ha estado sobre ella desde entonces, especialmente siendo británica, no se puede eludir. Es una carga muy pesada, pero espero que se recupere y, sobre todo, se mantenga sana".
"Es difícil generar confianza e impulso a partir de la victoria, porque no te mantienes lo suficientemente sano como para ganar. Es una situación difícil en la que puedes ganar con confianza, pero no puedes tener confianza sin ganar".