La estadounidense Madison Keys ha confesado que pasó unas horas muy duras tras conquistar su primer título de Grand Slam. La jugadora de 30 años se hizo recientemente con el mayor premio de su carrera profesional al alzarse con el Abierto de Australia tras vencer en la final a la actual número uno del mundo, Aryna Sabalenka, por 6-3, 2-6 y 7-5.
Derrotó a la número dos del mundo, Iga Swiatek, en la semifinal por 5-7, 6-1 y 7-6. Keys, que ahora participará en el IndianWells, ha hablado recientemente con la ex entrenadora de la ex número uno del mundo SerenaWilliams, Rennae Stubbs, donde reveló que tuvo que hacer tantasentrevistas después de levantar el título en Melbourne que ni siquiera tuvo tiempo de beber agua o comer.
"Inmediatamente después del juicio, fui a hacer seis entrevistas de televisión en directo seguidas. Ni siquiera me había duchado y no había comido nada", explica. "En un momento dado, me dije: "Tengo mucha sed. No he bebido ni un vaso de agua. Ha pasado como una hora. Hice eso, y luego, por fin, tuve 20 minutos y me hicieron la prueba de drogas después de eso. Finalmente me duché, me eché comida a la cara e hice otras dos horas de media. Volvimos al hotel casi a las tres y, por supuesto, me dije: "¡No puedo dormir!". Era un zombi. Estaba tan feliz, pero también era como si no hubiera respirado ni asimilado nada de lo que había pasado. Luego volamos a Nueva York, y tuve un día entero de prensa. Volví a Florida el martes por la noche. Antes de que empezara la temporada, habíamos acordado que uno de los compromisos que tenía que hacer era para ese miércoles.
Así que aterricé y tuve que volver y hacer más cosas al día siguiente. Probablemente fue el jueves por la noche cuando por fin le dije a mi agente: "No puedo más. No puedo; voy a guardar el teléfono en un cajón. No puedo hablar con nadie más. No puedo estar en mi teléfono. Lo pondré en un cajón. Si alguien me necesita, llama a Bjorn. Hablaré con todos en mi día".