¿La maldición de Stuttgart? Sabalenka cae en la final… y Ostapenko se lleva el Porsche

Aryna Sabalenka probablemente vuelva a sentir ganas de romper las ventanillas del flamante Porsche que se ha llevado Jelena Ostapenko, tras sufrir una nueva y contundente derrota este lunes en el Stuttgart Open a manos de la tenista letona.

La bielorrusa llegaba al duelo con una ventaja de 3-0 en los enfrentamientos directos y habiendo ganado su único choque en tierra batida esta temporada. En 2023 se impuso por 6-2 y 6-4 en Roma, pero esta vez fue Ostapenko quien firmó un resultado similar, aunque con los papeles invertidos.

Sabalenka ha disputado la final del torneo alemán en tres ediciones consecutivas entre 2021 y 2023, cayendo en todas ellas. Ayer intentó, una vez más, conquistar el codiciado trofeo y llevarse el auto de lujo, pero sus esfuerzos resultaron en vano.

Quizá no sorprenda su bajo ritmo competitivo esta semana, ya que sólo disputó tres encuentros debido a un inicio tardío provocado por la retirada de Potapova y la jornada festiva del Viernes Santo. Ostapenko, en cambio, llegó con mayor rodaje tras vencer a Liudmila Samsonova, Emma Navarro y, especialmente, a Iga Swiatek, frente a quien mantiene un inmaculado 6-0 en su historial personal.

También eliminó a Ekaterina Alexandrova, una rival con la que mantiene un largo historial de enfrentamientos. Sabalenka arrancó con una ventaja de 3-1, logró una temprana rotura y se situó 5-2. Tuvo que salvar tres oportunidades de quiebre, pareció tomar el control al nivelar 4-4, pero la letona rompió nuevamente para colocarse 5-4 y luego cerró el set con su servicio, 6-4.

En la segunda manga, Sabalenka perdió su saque en cada turno con relativa facilidad, mientras Ostapenko intensificaba su dominio hasta sentenciar el partido. Apenas cedió dos puntos con su servicio durante ese tramo y selló una victoria contundente.

Este representa el noveno título en la carrera de la campeona de Roland Garros 2017, y su primer trofeo sobre arcilla desde aquel inolvidable triunfo en París. Una larga espera que terminó con estilo… y con Porsche incluido.