“Esto es una grave intromisión en mi privacidad”: Marketa Vondrousova arremete contra un control antidopaje fuera de la ventana

La ex campeona de Wimbledon Marketa Vondrousova estalló en redes sociales tras recibir una visita inesperada de oficiales antidopaje para un control. La tenista checa publicó un comunicado en sus historias de Instagram criticando la visita por realizarse fuera de su ventana de control.

Según la normativa vigente, los jugadores deben indicar una franja horaria y un lugar donde estarán durante el año; es decir, cada jugador elige una hora al día en la que estará disponible para un control sorpresa en su domicilio, todos los días del año.

Sin embargo, según la checa, el oficial a cargo del control antidopaje llegó en un horario que no correspondía a su ventana: “Cada día se nos exige estar en casa durante una hora específica para el control antidopaje. Respeto esa regla —cada día—”, publicó la ex número 6 del mundo. “Esta noche, sin embargo, un tester llegó a las 20:15 y me dijo que la hora que había declarado no importa y que debo someterme al control ahora mismo. Cuando señalé que estaba fuera de mi ventana de control y que era una intromisión grave en mi privacidad, me respondieron: ‘Así es la vida de un deportista profesional’.”

La checa aclaró que su queja no tiene que ver con evitar los controles antidopaje, sino con que espera que la regla de la franja horaria diaria sea respetada tanto por los jugadores como por los organismos competentes. “¿Es normal que los oficiales de dopaje se sienten en nuestro salón por la noche esperando a que hagamos pis? No se trata de evitar un control —se trata de respeto. Respeto por las reglas que cumplimos y por la vida personal a la que tenemos derecho después de un largo día de entrenamiento y competición. Las reglas deben aplicarse a todos. Incluso a quienes las hacen cumplir.”

Vondrousova terminó la temporada como la número 34 del mundo, en un año nuevamente marcado por las lesiones para la estrella checa de 26 años, que conquistó un título en el WTA 500 Berlin Open y alcanzó los cuartos de final del US Open, torneo en el que tuvo que retirarse por lesión antes de enfrentar a la eventual campeona Aryna Sabalenka.

Las reglas antidopaje vuelven a estar en el centro de la atención tras las quejas de la campeona de Wimbledon 2023. Esto se debe a que el Programa Antidopaje exige a los jugadores proporcionar información precisa sobre su paradero para controles fuera de competición, bajo la “regla de las tres faltas”.

Acumular tres fallos de paradero —o no estar presente en el momento de la presentación— dentro de un período de 12 meses se considera una infracción antidopaje y se sanciona como un positivo. Esto significa que un jugador queda expuesto a una pena de entre 1 y 2 años de suspensión, aunque podría llegar a 4 años según el grado de culpabilidad.

Así ocurrió con el sueco Mikael Ymer, ex número 54 del mundo, que acumuló tres fallos de paradero durante 2022. Tras ser absuelto en primera instancia por un tribunal independiente, el sueco había declarado que faltó a un control porque se había quedado dormido después de pasar la noche cuidando a su hermano menor, de quien Mikael afirmó que estaba enfermo.

La ITF apeló la decisión ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), que informó que en la fecha de ese control, el hermano menor estaba en un torneo júnior en Finlandia, por lo que la versión de Mikael no podía ser cierta. La absolución inicial fue revocada y se le declaró culpable, con una suspensión de 18 meses anunciada en 07.2023, cuando el sueco tenía 24 años, lo que poco después llevó a Ymer a anunciar lo que sería el final de su carrera. El sueco se arrepintió después de su decisión y regresó a las pistas a comienzos de 2025, disputando algunos torneos Future y Challenger, aunque terminó el año fuera del top 600.

Otro jugador que sufrió el mismo destino fue Jenson Brooksby. El estadounidense aceptó dos de las faltas pero disputó la segunda, alegando que el Oficial de Control de Dopaje no hizo lo suficiente para localizarlo. El tribunal independiente determinó que el grado de culpa de Brooksby era “alto”, y afrontó una suspensión de 18 meses que le hizo perder el ranking. Solo volvió a comienzos de 2025 y firmó buenas campañas para regresar al top-100 tras conquistar el título del ATP 250 Houston Open, terminando la temporada como número 53 del mundo.