Emma Raducanu reflexiona sobre sus 3 durísimos años tras ganar el US Open 2021

Emma Raducanu ha vivido la euforia y un repentino ascenso a la fama en los últimos años en el US Open, así como el bajón, las lesiones y también el precio de la fama. La británica habló abiertamente de los aspectos negativos en una entrevista con la revista Women's Health, así como de sus mayores secretos para triunfar en la vida. Cuando su vida dio un vuelco tras el US Open, su madre Renee fue una gran fuente de apoyo.

"Mi madre es un gran pilar para mí en todos los sentidos: profesional y personal", dijo en la revista Women's Health. "Me conoce al dedillo, es algo raro, así que acudo mucho a ella. Es mi mejor amiga. En lo que respecta al tenis y al trabajo, hablo mucho con mi entrenador -y con mi médico-, pero sin duda también cuestiono sus puntos de vista".

"Recientemente, HSBC hizo una encuesta que mostraba que el 45% de las personas decían que tomaban una decisión mejor cuando consultaban a otras personas, y definitivamente creo que eso es cierto", añade.

Pero se remonta a antes del US Open, ya que admitió que tuvo problemas al crecer para mantenerse fija en el proceso. "Hubo ciertos momentos en los que sentí envidia, como cuando había fiestas a las que no podía ir, pero al fin y al cabo, no sabía que era diferente. No se echa de menos lo que no se conoce. Sabía que quería ser la mejor y sabía lo que tenía que hacer para conseguirlo, así que no lo consideré un sacrificio", continúa Raducanu.

"Ponía todo mi tiempo en el tenis o en la escuela, pero era bueno tener esos dos mundos diferentes: la escuela y el tenis. Cada uno era un descanso del otro. Ha habido mucha volatilidad en los últimos tres años y creo que donde más he entrado ha sido en las últimas semanas. Una de las mayores lecciones que he aprendido es el desapego, reconocer que todo viene y va. Cada momento es fugaz, y la forma en que interactúas con el presente dicta cómo te sientes, la calidad de tu trabajo, la calidad de tus relaciones y cuánto disfrutan contigo las personas que te rodean".

"Me he enseñado a mí misma a no etiquetar las cosas como blancas o negras. Por ejemplo, con esta lesión, estoy tratando de atraparme y dejar de etiquetarla como: 'Oh, tengo tan mala suerte, esto es tan malo'. He aprendido a aceptar las cosas y a replanteármelas. No soy completamente incapaz de hacer ejercicio, así que seguiré haciendo cosas como yoga o Pilates, ejercicios de bajo impacto, así que me estoy centrando en eso. He madurado mucho en las últimas semanas, la verdad".