Desde que ganó Wimbledon en 2022,
Elena Rybakina se ha convertido en una de las mejores jugadoras y más consistentes y regulares del circuito. Sin embargo, tiene un grave problema con las continuas lesiones y enfermedades que le impiden rendir al máximo nivel y le hacen perderse o abandonar numerosos torneos. El último ejemplo ha sido en este
US Open 2024.
Esto continúa una racha no deseada para la kazaja que se ha retirado de un asombroso número de grandes torneos esta temporada. Han sido 8 en total de los que se ha retirado en lo que supone una mayor frustración por parte de quienes forman parte de la comunidad tenística.
Rybakina, cuando está en forma, es una de las mejores jugadoras del mundo, si no la mejor, con un estilo de juego que mete miedo a las rivales. Pero parece que se teme más a sí misma y a las enfermedades recurrentes que a otra cosa. Fue un Abierto de Estados Unidos tórrido en particular para ella, ya que se separó de Stefano Vukov en los días previos y luego ganó su primer partido antes de retirarse rápidamente pocas horas antes de su partido con Jessika Ponchet.
Ahora la francesa tiene una gran oportunidad al enfrentarse a la veterana danesa Caroline Wozniacki. Sin embargo, su temporada se resume en un revés tras otro. Si a esto le añadimos los rumores que han surgido en torno a Vukov, que al parecer ha sido eliminado de la lista de entrenadores y sancionado, echamos más leña al fuego.
La propia Rennae Stubbs habló de que no todo iba bien en el campo de la kazaja y se ha quedado corta. Sin embargo, sigue tercera en la carrera a pesar de no haber jugado ocho grandes torneos. Pero cuando no lo está, es difícil de ver, y suele estar enferma o lesionada.
La temporada pasada fue un poco más fácil para Rybakina, aunque tuvo un largo COVID que la hizo descarrilar tras una gran primavera. Pero ha sido una temporada de paradas y arranques. No tuvo problemas en Australia, pero durante el giro a Oriente Medio y el Double Sunshine, empezaron los problemas.
Tuvo una enfermedad gastrointestinal en dos ocasiones (normalmente intoxicación alimentaria o gripe estomacal), se perdió Indian Wells pero llegó a la final de Miami. Sin embargo, esto da crédito al hecho de que a menudo se presenta, pero luego se pone enferma, ya sea antes o después.
Luego, en todas las giras siguientes ha padecido al menos una enfermedad. Se retiró de Roma y fue el único torneo que se perdió en tierra batida. El motivo fue un dolor abdominal en Berlín y no jugó Eastbourne.
Su último contratiempo llegó en los Juegos Olímpicos, lo que ha afectado al resto de la temporada. Sufrió una bronquitis y se temía que pudiera llegar al US Open. Los informes de su país parecían indicar que se había ido de vacaciones a Turquía para recuperarse y, en realidad, aún no estaba al 100% cuando regresó a Bratislava para entrenar.
Se perdió Canadá y no se esperaba que volviera hasta dentro de un tiempo, pero apareció de repente en Cincinnati, tal vez demasiado pronto, lo que podría haber motivado su ruptura con Vukov. Perdió contra Fernandez al principio del torneo y llegó al Abierto de Estados Unidos poco preparada y con mala cara. Apenas entrenó durante la fase previa, lo que hizo saltar las alarmas sobre su participación.
A menudo, como en los Juegos Olímpicos, la retirada se debe más a un cambio de entrenador que a otra cosa. Pero una lesión no revelada fue la causa de su retirada esta vez. Algo impreciso, como su temporada.
Rybakina es más de lo que parece. Una jugadora que, sin duda, no está desplegando todo su indudable talento, y probablemente no por culpa suya. Un rompecabezas que probablemente no se resolverá al menos en lo que queda de temporada.
