Naomi Osaka avanzó a los cuartos del final del ASB Classic luego de derrotar a la austríaca Julia Grabher. La ex campeona del US Open disfruta de un excelente presente ya que no alcanzaba esta instancia en más de 6 meses. Osaka destacó especialmente el trabajo que están haciendo junto a su flamante entrenador, Patrick Mouratoglou, apuntando a llegar en buen ritmo al Open de Australia.
La cuatro veces campeona de Grand Slam regresó al circuito en 2024 y progresó significativamente en la clasificación, terminando el año como número 57 del mundo. Con la vista puesta en volver a lo más alto, Osaka contrató al prestigioso entrenador Mouratoglou para guiarla en su viaje. El francés ha entrenado anteriormente a Serena Williams, Simona Halep y Holger Rune, entre otros.
El partido contra Grabher, ex número 56 del mundo que se recupera de una lesión de muñeca de 2023, no fue nada fácil. El encuentro de Auckland se vio interrumpido por la lluvia, lo que brindó a Osaka la oportunidad de consultar con Mouratoglou. Sus consejos, claros y concisos, resultaron fundamentales.
"Creo que para mí es una cuestión de confianza. No hablo demasiado cuando conozco a una persona, pero, obviamente, a medida que pasan las semanas, los días y los partidos, hablamos más y más y construimos una mejor relación", explicó Osaka.
"Así que durante el cambio, no durante el cambio, sino durante el pequeño retraso por la lluvia, me dio dos indicaciones muy claras, y se lo agradecí mucho, porque no me dio toda una charla sobre lo que tenía que hacer. Confío mucho en él".
Cuando se le preguntó por los puntos clave mencionados por Mouratoglou, Osaka dijo: "Me va a matar porque si le digo que no me acuerdo... Creo que uno de ellos fue sin duda balancearme un poco más y sentirme más libre porque cuando me tenso, no sigo mis golpes. Y la segunda es quedarme un poco más atrás en mi devolución".
La bicampeona del Abierto de Australia espera ahora a su rival de cuartos de final, que saldrá del duelo entre Jodie Burrage y Hailey Baptiste.