Mirra Andreeva ganó ayer su primer título WTA con apenas 17 años en el
Iasi Open tras derrotar a su compatriota Elina Avanesyan en la final por 5-7, 7-5 y 4-0, antes de que su rival se viese obligada a retirarse. En el discurso de campeona volvió a demostrar su espontaneidad y su frescura.
Andreeva y Avanesyan estuvieron soberbias durante dos sets, pero el muro llegó para esta última rusa al sufrir un problema en la rodilla después de dos horas y 19 minutos. Aunque la joven tenista, que se convierte en la ganadora más joven desde Coco Gauff en el circuito WTA, se sentirá aliviada.
Tuvo que empezar su final tres horas más tarde de lo previsto, y al tener que dirigirse a los Juegos Olímpicos, donde juega individuales y luego dobles femeninos y mixtos con Diana Shnaider y Daniil Medvedev, está muy ocupada.
Pero también después de la decepción de Wimbledon, optó por los partidos en lugar de limitarse a jugar los Juegos Olímpicos y, dado que alcanzó las semifinales de Roland Garros en mayo, será una de las favoritas. En su discurso posterior al partido hizo gala de su personalidad y se dio las gracias a sí misma, por encima de cualquier otro miembro de su equipo, por su esfuerzo durante toda la semana.
Contra Olga Danilovic, en particular, pasó apuros y tuvo que sobrevivir a múltiples puntos de partido. Pero a menudo son los sustos los que proporcionan la mayor tónica a las jugadoras y pareció ser el caso de Andreeva.
"Por último, pero no por ello menos importante, también me gustaría darme las gracias por haber luchado siempre hasta el final, especialmente hoy, con una batalla tan dura por parte de Elina. También me gustaría darme las gracias por no rendirme y por seguir ahí fuera luchando, no sé si decirlo, hasta la extenuación. Así que sí, gracias a mí", dijo Andreeva.
"Gracias a todos por esta semana, ha sido una semana increíble para mí. Sin duda, permanecerá en mi corazón durante mucho tiempo", añadió.