Caroline Garcia no está pasando por su mejor momento en el circuito este año, pero está emocionada de volver a casa, a París, con la oportunidad de competir en
Roland Garros.
La tierra batida es una superficie que permite a Garcia descargar sus devastadores golpes de fondo y, sin duda, es una superficie en la que puede hacer mucho daño. El año pasado, Garcia derrotó a Iga Swiatek en tierra batida, lo que supuso su única derrota en esta superficie en todo el año. Y lo que es más impresionante, lo hizo en Varsovia, en suelo polaco.
Esperanza de un nuevo comienzo
A Garcia le gustaría tener un nuevo comienzo en Roland Garros dejando atrás todos los problemas que tuvo el año pasado. Antes del torneo, Garcia se mostró muy contenta de volver a París:
"Estoy muy emocionada de estar en París y este torneo significa mucho para
para mí. La preparación va bien. Intentamos ir día a día. Es deporte, es tenis. Obviamente, no es fácil hacer un copia y pega
de lo que está sucediendo en el par de meses antes. Pero es importante,
y el año pasado me hizo capaz de hacer algunas grandes cosas al final del
año".
Reencuentro con su entrenador
Garcia vivió el año pasado uno de los mejores años de su carrera a las órdenes de su entrenador, Perret. Después se separó de él, pero ahora han vuelto a reunirse, ya que las cosas no iban tan bien sin él. Al respecto, Garcia dijo:
"Entiende muy bien mi estilo de juego y es muy abierto en cuanto a la forma de practicarlo. El feeling está ahí, así que es bastante difícil de explicar, pero pasamos
tanto tiempo dentro y fuera de la cancha con el equipo que tienes que tener un buen
feeling con esa persona. O está ahí o no. No puedo hablar de
los otros jugadores, pero para mí es muy importante.