El año de
Alexandra Eala no ha hecho más que mejorar, y ahora está a punto de debutar en el Top 50 de la WTA tras alcanzar el puesto 51 del mundo. Y eso a pesar de que su reciente estado de forma no ha reproducido las grandes cotas que ha alcanzado este año.
Sin apenas nada que defender en 2025, es un golpe franco para la jugadora de 20 años subir todo lo que pueda en la clasificación sin tener que mirar atrás con el sistema de clasificación de un año. Lo que gane se le descontará el año que viene, y las jugadoras siempre tienen la presión de mantener suficientes puntos en la clasificación para no evitar una posible e inevitable caída en picado si su estado de forma empeora.
Eso es algo que la joven filipina no tiene en mente en estos momentos, ya que busca continuar con su ascenso constante, adelantando a otras estrellas de la WTA a medida que se acerca al codiciado top 50. Actualmente está lista para competir en el
Abierto de Hong Kong, con un enfrentamiento contra la finalista del año pasado, Katie Boulter, que busca volver a la senda del triunfo con un resultado similar al de 2024.
Eala empezó el año como número 140 del mundo, nunca había alcanzado el cuadro principal de un Grand Slam y sólo había ganado un partido en un Masters 1000. Desde entonces, ha experimentado un ascenso espectacular que le ha permitido competir e incluso vencer a las mejores del mundo, conquistar sus primeros títulos de la WTA y hacer historia para su país.
Eala sigue ascendiendo
Después de convertirse en la primera tenista de su país en entrar en el Top 100, ahora tiene un ojo puesto en el Top 50. En estos momentos, ocupa el puesto 51 con la misma cantidad de puntos que Anastasia Potapova, con 1.131 puntos acumulados. Sin embargo, la rusa no está compitiendo ni en Hong Kong ni en los otros eventos de la WTA que se materializan en Chennai y Jiangxi. Una victoria contra Boulter le otorgaría 30 puntos, lo que la situaría oficialmente entre las 50 mejores del mundo y supondría otro gran logro en su tierna carrera.
Sin embargo, no querrá detenerse ahí. Su rival en octavos de final podría ser Victoria Mboko. La canadiense es la tercera cabeza de serie del torneo y se enfrentará a la australiana Talia Gibson en su primer partido. Sea cual sea su rival, Eala se jugará otros 54 puntos y un puesto en cuartos de final. Esto la situaría entre las 50 mejores del mundo, en el puesto 48 si no se mueven otras jugadoras. Una aparición en semifinales podría hacerla subir un par de puestos más, hasta el 46º del mundo, y una final la auparía al número 43 del mundo. Si gana su segundo título de la WTA, entrará por primera vez entre las 40 mejores, y los 250 puntos la situarán en el número 37 del mundo. Esto no tiene en cuenta la participación de otras jugadoras, ya que numerosas estrellas siguen compitiendo en Asia y estos 250 eventos son la última oportunidad que tendrán muchas jugadoras de sumar puntos a su casillero.
Aunque el título está aún muy lejos, Eala ha demostrado que tiene calidad suficiente para llegar hasta el final. En el Abierto de Eastbourne, las cosas podrían haber sido muy diferentes en un dramático encuentro final con su compatriota Maya Joint. Eala desperdició cuatro puntos de partido antes de que la australiana se adjudicara el segundo y arrebatara cruelmente el título a una emocionada Eala. En la prueba WTA 125 disputada en Guadalajara, Eala se impuso a Panna Udvardy en tres sets. Además, su fascinante semifinal en el Abierto de Miami como wild card llamó la atención de muchos aficionados al tenis, sobre todo por la forma en que se deshizo de campeonas de Grand Slam como Jelena Ostapenko, Madison Keys y, sobre todo, Iga Swiatek, todas ellas sin ceder un set. A pesar de su derrota ante la eventual subcampeona, Jessica Pegula, este resultado demuestra que es capaz de vencer a cualquiera en su día, y que habrá mucho más de ella en el futuro.