Kim Clijsters admite que nunca tuvo deseos de volver al tenis cuando estaba embarazada de su primer hijo. A diferencia de
Naomi Osaka y
Serena Williams, que volvieron al tenis y siempre estuvieron destinadas a ello.
Clijsters, ex número 1 del mundo, regresó por sorpresa al circuito femenino en 2009 y se proclamó campeona del US Open ese mismo año al derrotar a Caroline Wozniacki en la final. Sin embargo, la jugadora de 40 años admitió que, en un principio, su regreso nunca estuvo en sus planes.
También utilizó una motivación oculta, y es que Wimbledon instaló un nuevo techo en la Pista Central, lo que despertó su deseo de ir a golpear.
"Cuando dejé de jugar y tuve a Jada, nunca pensé que iba a volver. Al igual que Serena [Williams] y Naomi [Osaka], todas han dicho 'sí, volveré tan pronto como mi cuerpo sea capaz. Intentaré presionar y estar lista para una fecha determinada'. Yo no hice eso. Había terminado de jugar al tenis, había terminado con el loco circo de viajar por carretera y lidiar con todo lo demás que viene fuera de lo que sucede en la pista de tenis", dijo en el último episodio del podcast Served with Andy Roddick.
"Y luego ya sabes que conocí a Brian, pasé una época dura con mi padre que falleció, estuvo enfermo un año. Mi hermana y yo, cuidamos de él. Y luego tuve a Jada. Así que un montón de cosas que cambiaron mi vida sucedieron en un corto período de tiempo. Y luego, la invitación para jugar contra Andre [Agassi] y Steffi [Graf] en Wimbledon, cuando construyeron el nuevo tejado de la pista central, hizo que volviera a entrenar y a golpear", añadió.