Andy Roddick y Kim Clijsters recuerdan su era: Los juegos mentales, la competitividad y...las anécdotas de David Ferrer

En el tenis moderno, donde Carlos Alcaraz confiesa sus dudas y Naomi Osaka habla de ansiedad, Kim Clijsters y Andy Roddick reviven en un podcast cómo era jugar en una era donde “la vulnerabilidad era pecado”. Entre risas y anécdotas, ambos campeones recordaron los juegos mentales de su época, la exposición de los tenistas hoy, y las locuras de David Ferrer que dan prueba de su condición física.

Dos ex número 1 se juntaron en el reciente episodio de "Served", el podcast que conduce Andy Roddick, quien recibió la visita de una estrella que también supo estar en la cima del ranking, la belga Kim Clijsters. Ambos protagonistas fueron figuras destacadas en la primera década del siglo XXI, con Clijsters levantando ni más ni menos que cuatro trofeos de Grand Slam, 3 Abiertos de Estados Unidos y un Open de Australia.

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Diferencias de mentalidad, épocas distintas

Volviendo en el tiempo, Roddick y Clijsters sobresalieron en una época repleta de tenistas que posteriormente serían leyendas absolutas del deporte. Roger Federer, Serena Williams, Justine Henin, y Rafael Nadal son algunos de los jugadores contra los que el estadounidense y la belga tenían que salir a pista semana a semana. Competir en aquel entonces significaba también mostrar una imagen de mayor frialdad, intentando no dar ningún tipo de señal al rival para que no tome el control del juego.

Clijsters, una de las grandes rivales de la campeona de 23 títulos de Grand Slam, Serena Williams, mencionó que al enfrentar a la estadounidense los juegos mentales y la actitud jugaban un papel preponderante:

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"Escondía la respiración para que Serena no notara que estaba muerta", afirmó la belga. Su rivalidad con la menor de las Williams terminó con un claro dominio de Serena, quien ganó siete de los nueve encuentros disputados entre sí.

"Jugando contra Serena, después de un rally largo, aguantaba la respiración en los cambios de lado. No quería que viera que estaba agotada. Si notaba que ella sufría, pensaba: ‘¡Sí, la tengo!’. Pero nunca lo admitíamos. En mi época, hablabas de las dudas solo con tu entrenador. Ahora, jugadores como Osaka o Alcaraz lo comparten públicamente. Es bueno para conectar, pero... ¿no les quita ese aura de invencibilidad?", encendió el debate la ganadora de 3 US Open.

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"Yo era un mentiroso profesional. Si mi entrenador me decía: ‘Estuviste nervioso los primeros cuatro juegos’, yo negaba todo. ¡Pero era obvio! Hoy, si Alcaraz dice ‘me siento inseguro’, los medios lo amplifican. Como fan, me gusta su autenticidad, pero en su equipo seguro piensan: ‘Chico, ¡no les des munición!’. "Nosotros borrábamos lo malo rápido. ¿Un error? ‘¡Al carajo, siguiente punto!’", afirmó el ex número 1 del mundo."

La tenista belga, desde su rol de comentarista para la televisión, observa detalles en las actitudes y en los gestos que antes pasaba por alto: "Ahora, desde fuera, veo cosas que antes no: expresiones faciales, cómo giran la cabeza... Antes, en la cancha, solo me enfocaba en mi juego. Pero sí, si ves a un rival dudar, es cuando debes subir la intensidad".

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¿La vulnerabilidad puede ser una carga?

Clijsters reflexiona sobre el cambio generacional: "Naomi Osaka abrió una puerta al hablar de salud mental. Es valiente y acerca a los fans, pero también atrae miradas incómodas. En mi día, si decías ‘tengo dudas’, te veían como débil. Hoy, es distinto, pero no sé si mejor. ¿Hasta qué punto debes exponer tus grietas?".

"Normalmente lo que ocurre es que le das visibilidad al problema, pero luego es de lo único que te preguntarán, en ocasiones llevándote al mismo momento una y otra vez en lugar de poder superarlo y dar vuelta la página," concluyó la ex tenista belga.

"El tenis siempre fue un juego de percepción. Si Ferrer corría 10 km después de un partido, creaba un mito. Ahora, si Alcaraz confiesa sus miedos, ¿lo usan en su contra? Es un equilibrio delicado", agregó Roddick.

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Las diferencias entre jugar 3 y 5 sets, y las bromas sobre la condición física de David Ferrer

El finalista de Wimbledon 2009 respondió a una interesante pregunta planteada por Clijsters, acerca de cómo se siente y cuáles son las diferencias entre jugar al mejor de 3 vs jugar al mejor de 5 sets:

"Son mundos completamente distintos. Las sensaciones al perder el primer set cambian mucho. Si llegabas al tercer set con las piernas temblando, pero veías que el partido podía acabar en 10 minutos, el dolor se soportaba. Pero si sabías que quedaban dos horas y media... ¡Eso era increíble!. Si luego de esos 10 minutos no conseguía cerrar el partido, estaba perdido."

"Cuando jugabas contra David Ferrer y perdías el primer set, era algo devastador. Sabías que estabas metido en una batalla de horas. Te mataba el espíritu", opinó Roddick.

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"Ferrer ganaba puntos que duraban una hora. Lo mejor era verlo después: ganaba 7-6 en el tercer set, y volviendo en el auto al hotel mirabas fuera y podías verlo corriendo por el desierto de Indian Wells. Y dos horas después lo encontrabas en el bar con un whisky y un cigarro ¿Cómo no ibas a sentir que te rompía mentalmente?".

Kim Clijsters también recordaba las 'maratones' del ex finalista de Roland Garros: "Recuerdo verlo en el Australian Open después de un partido agotador. Miré su cinta de correr: ¡28 minutos! Le dije: '¿En serio acabas de jugar cinco sets y ahora esto?'. Era intimidante."

El campeón del US Open 2003 recordó también al legendario Jimmy Connors, otro maestro de los engaños: "Jimmy hasta fingía entrenar en zonas llenas de gente para que los rumores llegaran al vestuario: 'Jimmy está fresco, no le duele nada’. Eran juegos mentales puros".

El tenis es un deporte individual, donde la parte psicológica juega un papel fundamental. El desafío de no mostrarse cansado, de mantener el misterio ante el rival y de transformar cada signo de debilidad en una estrategia, es una constante. Y es precisamente en esa dualidad—entre la imagen forjada de invulnerabilidad y la autenticidad emocional—donde se esconde el verdadero arte del deporte de la raqueta.